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OPINIÓN - SÁBADO, 23 DE AGOSTO DE 2008

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Una respuesta necesaria

Según palabras de su director, Raimundo Aragón, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social es, literalmente, “un servicio público al que corresponde ejercer la vigilancia del cumplimiento de las normas de orden social y exigir las responsabilidades correspondientes en caso de infracción o incumplimiento”. Además de esta función de policía social encargada de velar “para que se respeten los derechos y facultades establecidos en el ordenamiento jurídico”, el organismo dependiente del Ministerio de Trabajo e Inmigración está llamado también a informar, asesorar y advertir, a los agentes sociales de por dónde deben guiar sus pasos para cumplir con sus respectivos deberes y obligaciones, y a los órganos jurisdiccionales o administrativos a solicitud de las irregularidades que advierten en dicho cumplimiento. Durante un tiempo en la ciudad autónoma dio la impresión de que existía una ‘manga ancha’ excesiva a la hora de controlar la contratación ilegal de trabajadores, tanto extranjeros como nacionales, en determinados sectores de su estructura productiva. Sin embargo, aunque seguramente no exista una relación causa-efecto entre ambos hechos, la incorporación a las listas del desempleo, ya de por sí abultadísimas, de la última promoción que trabajó en los Planes de Empleo de Ciudad y Delegación se vio seguida de una rápida y plausible reacción por parte de ambas instituciones, que en el nuevo clima de fértil colaboración creado supieron poner a disposición de este organismo todos los medios a su alcance para atajar un fenómeno que amenazaba con viciar el sistema gracias a las grandes ventajas a corto plazo que ofrece para los empresarios sin escrúpulos la incorporación de trabajadores transfronterizos sin permiso, sin Seguridad Social y sin ningún derecho casi ni a queja. En apenas dos meses los resultados están a la vista. Casi un centenar de actas levantadas en tan corto espacio de tiempo demuestra que existía un problema, pero también que se ha sabido reaccionar. Ese trabajo debe continuar.
 

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