Las Brigadas Forestales avisaron en las últimas dos semanas
de los dos primeros conatos de fuego en zonas de monte y
arboladas al Cuerpo de Bomberos. En lo que se lleva de
verano las brigadas sólo habían constatado fuegos en lo que
ellos llaman la zona periurbana: los barrios periféricos de
la ciudad que limitan con algunas zonas de descampados con
hierbas, matas y algún arbusto. “Los fuegos en el monte son
los realmente peligrosos porque en una zona con vegetación
ya se puede extender rápidamente y el tiempo es vital. Creo
que ahí se demuestra la importancia que tiene la vigilancia”
dijo el coordinador de las Brigadas Forestales, Carmelo
Navarro.
Los dos conatos no han alcanzado la categoría de incendio,
definido así cuando la superficie quemada supera la
hectárea, y ambos se han extinguido tras quemar alrededor de
200 metros cuadrados. La zonas afectadas han sido el monte
de la Tortuga y la pista de los pantanos, cerca de la zona
habilitada para practicar el aeromodelismo. Ambos comenzaron
en las cunetas de las carreteras “probablemente por algún
elemento arrojado desde un coche como una colilla”. Las
labores de desbrozado y retirada de hierbas habían alcanzado
a la carretera que discurre por los pantanos, no así a las
cunetas del monte de la Tortuga.
Hasta que comiencen las primeras lluvias en septiembre y
octubre ahora se alcanza el periodo más crítico de peligro
para los incendios en las masas forestales. El monte se
encuentra seco tras varios meses sin lluvias y prende con
más facilidad sólo las brumas que trae el Levante humedecen
algo la vegetación.
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