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OPINIÓN - VIERNES, 22 DE AGOSTO DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Catástrofe en Barajas
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Hemos hablado en columnas precedentes sobre el problema ocasionado con la baja del turismo, en los últimos meses.

Hemos comentado que esta baja turística era otra zancadilla más para poder salir de la crisis que nos azota, pero con todo lo duro que es eso, con los conflictos que acarrea, puede llegarse a algún tipo de solución y volver a equilibrar el rumbo de la sociedad.

Lo que no tiene marcha atrás, por muchos pésames y acompañamiento en el dolor, tanto de organismos oficiales o personas, como de instituciones o de asociaciones del tipo que sean, es la tragedia que hace un par de días vivió el aeropuerto de Madrid – Barajas.

Esto no tiene retorno y los más de 150 muertos van a quedar en el recuerdo de todos, como una de las grandes catástrofes de este aeropuerto.

Hacía muchos años, más de 25, que no se daba un percance tan caótico, como el que se dio el miércoles, en este aeropuerto, con lo que Madrid, otra vez, ha sufrido el azote de la tragedia, aunque en este caso haya sido por uno de esos accidentes fortuitos que pueden darse en cualquier momento y en cualquier punto de la tierra.

Y siempre, tras un percance de este tipo, salen a colación comentarios que abren un poco más la llaga de la desgracia.

No vamos a entrar en cuestiones técnicas, ni podríamos valorar si es que el avión tenía algún tipo de avería que no se detectó instantes antes de su partida, a su debido tiempo.

Lo cierto y verdadero es que más de 150 personas han perdido la vida, víctimas de un accidente, y que esos más de 150 personas ya no se pueden volver a recuperar.

Y como las desgracias no vienen solas, sino que siempre suelen traer aparejada otra desdicha más, el accidente sufrido por la compañía Spanair puede acarrear el final, o puede acelerar el final de esta compañía que en los últimos meses está pasando por una situación casi crítica.

Ahora bien, siempre hemos dicho que las desgracias que se pueden atajar con dinero son un poco menos desgraciadas, porque esta compañía, si es que llegara a desaparecer o a transformarse de alguna manera, puede ser reemplazada por otra del mismo corte, pero la que no puede ser reemplazada, ni remodelada es la vida de ninguno de esos pasajeros que la perdieron en el accidente aéreo del pasado miércoles.

El miércoles por la tarde, mejor dicho ya entrando la noche, tuvimos que ir al aeropuerto de Madrid- Barajas, y aunque nuestra presencia fue en una zona muy distante de la del accidente, en el ambiente se respiraba algo especial: tensión, intranquilidad, yo creo que miedo ..., algo que no se detecta en otras circunstancias.

Ahora, y ya van apareciendo muchas explicaciones, que difícilmente van a convencer a todos, lo más necesario sería aclarar el motivo de este tremendo accidente, que tanto dolor ha dejado en muchas familias. Tras eso poco más se va a poder pedir.

Unas familias rotas, unas vidas segadas cuando menos se esperaba, incluso algunos niños también perecieron en este nefasto lance, y además de todo esto va a quedar una fecha negra en la historia de la aviación civil, una fecha negra, también, en la historia del aeropuerto de Madrid – Barajas, un 20 – VIII- 2008, que muchas familias no la volverán a olvidar.
 

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