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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 20 DE AGOSTO DE 2008

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

Pluralismo educativo: Una quimera
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

A mediados de Junio se celebró en Zaragoza el primer Congreso Mundial de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, que se ha plasmado en “La Declaración de Zaragoza 2008 por la Educación”, suscrita por los representantes de familias de todo el mundo. Una de las principales conclusiones ha sido “Ninguna instancia distinta a los padres tiene legitimidad de usurpar su derecho a educar ni para imponer su adoctrinamiento moral e ideológico”.

Las experiencias narradas por los padres, en el transcurso de los debates, reflejan que en el ejercicio de su derecho a educar a sus hijos “de acuerdo con sus principios y convicciones morales, filosóficas y religiosas o pedagógicas” se encuentran todavía serias dificultades y que el “pluralismo educativo” es aún una quimera. Pero hay que tener en cuenta que las barreras son distintas según se trate de países desarrollados o en vías de desarrollo y, lógicamente, de la ideología que sustente al poder en cada caso. Y, en algunos, superan los límites de lo imaginable.

Las sesiones se desarrollaron en torno a cuatro grandes temas: libertad y pluralismo, implicación y compromiso de los padres, asociacionismo y calidad de enseñanza - excelencia educativa. El objetivo era “consensuar un marco compartido de principios y valores que ayuden a construir un mundo mejor” y diseñar modelos interculturales que refuercen el papel de los individuos y de las familias a través de la sociedad civil, “frente a los gobiernos que, a menudo, los ignoran o minimizan su importancia”.

Entre las situaciones más comprometidas para los padres, ante el derecho a educar, está la que se vive en Venezuela, tal como relató la representante de ese país, que preside la Confederación Nacional de Federaciones de Sociedades de Padres y Representantes de la Educación Católica de Venezuela, que defiende con vehemencia aquello en lo que cree.

Con respecto al líder venezolano, asegura que “utiliza la educación para perpetuarse en el poder”. Con este objetivo, “ha emprendido una transformación sistemática del sistema educativo en beneficio de la llamada ‘revolución bolivariana’, que viola la Constitución. Y esto constituye un auténtico secuestro de la educación”.

El gobierno “chavista” ejerce la “coacción a través del dinero y sirviéndose de las necesidades de las familias, compra voluntades y hasta acorta la duración de los estudios que conducen a títulos, como el de Medicina”.

Por último, esta representante denuncia el afán de control de Chávez que contrata “comisarios políticos” en los barrios para que vigilen si en las escuelas se llevan a cabo sus propuestas.

Otra de las denuncias es la “asfixia” a la enseñanza privada para que muera por inanición y el sometimiento de toda la población a sus deseos, él establece que todos los ciudadanos deben realizar trabajos gratuitos para el Gobierno durante un tiempo no fijado con exactitud.

Por último, una reflexión: “Ante esta situación, nos negamos a que utilicen la educación para hacer a nuestros hijos a su imagen y semejanza, convertirlos en los nuevos republicanos, que se parezcan al Gobierno porque es el nuevo totalitarismo que se extiende a otros países iberoamericanos”.

Pero, ¿Cuál es la situación en la situación en el continente africano? Tampoco goza de libertad de enseñanza, aunque su situación es muy diferente. Su principal problema radica en los bajos niveles de calidad, algo que comparten muchos países asiáticos. Un profesor de un colegio de Nigeria, llamó a la atención sobre la intolerancia de los musulmanes radicales como uno de los elementos perturbadores de la libertad de enseñanza.

El representante de Puerto Rico, centró su intervención en los valores, tema esencial del Congreso, y lamentó la inversión de los mismos en su país por la “influencia de las sociedades consumistas”. Señaló que debido a la necesidad de soportar un alto nivel de vida y trabajar muchas horas para mantenerlo, los padres dejan a sus hijos en la escuela desde la siete de la mañana a las siete de la tarde, “con el consiguiente perjuicio para los niños”.

Tras los debates y discusiones, congresistas suscribieron el Manifiesto que, enmarcado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se concentra en doce puntos los principios que deben guiar una educación para que conduzcan a la consecución de la “felicidad, la justicia, el bien, la verdad, la tolerancia… Esos principios conductores son valores compartidos, como la paz, la solidaridad, la responsabilidad social, el esfuerzo, el compromiso, el diálogo y la trascendencia”.

Con la polémica EPC, en nuestro país, ¿se puede llegar a las situaciones antes planteadas? ¿Podemos aspirar a la de Venezuela y otros países? Para el catedrático de filosofía J. Antonio Marina, impulsor de la asignatura “nos encontramos en plena bronca educativa, cuando deberíamos estar en un profundo debate sobre la educación. Por diversos sectores de ha acusado a la asignatura de ser fascista, doctrinaria, masona, homosexual, feminista a ultranza, laicista radical, contraria a la libertad, a los derechos humanos y, por supuesto, a la Constitución, ¿hay razón para este alboroto?”

Continuando con el Sr. Marina, “el núcleo de la nueva asignatura está fundamentado en la Declaración de los Derechos Humanos. Se dice que la escuela nos debe enseñar moral, ¿cómo es posible decir que la escuela no debe educar moralmente a los alumnos? La escuela tiene que enseñar responsabilidad, respeto, solidaridad, distinguir el bien del mal…”

Esta agria polémica ha puesto de manifiesto, entre otras cosas, la desconfianza de muchos pares ante el sistema educativo. Y esto no es bueno. Ni los padres pueden educar sin los profesores, ni los profesores pueden educar sin las familias. ¿Por qué no se recupera la sensatez?

Existe un grave deterioro de la convivencia escolar, el aumento creciente del fracaso escolar, los brotes de racismo… que han hecho saltar las alarmas y, sin duda, es la escuela la que puede dar soluciones, con la colaboración de todos…
 

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