La revista científica `Science´ ha publicado un estudio
sobre el crecimiento de las zonas donde el agua ha perdido
el oxígeno por un proceso desencadenado por el aumento de
las algas. El presidente de la asociación ecologista Septem
Nostra, José Manuel Pérez Rivera, aseguró que existen
“puntos localizados” en Ceuta como en las aguas adyacentes
al vertedero de Santa Catalina donde se da este problema.
Puede parecer contradictorio que un aumento en el número de
algas microscópicos pueda ser absolutamente letal para el
ecosistema marítimo. El proceso se conoce como eutrofización
y el exceso de la población de las algas se debe a un número
mayor de nutrientes que puede ser provocado por los vertidos
que hace el hombre al mar. La primera consecuencia de esta
proliferación es la acumulación de estos organismos en la
superficie, lo que limita la cota que alcanza la luz en la
profundidad del mar. Por lo tanto se limita la realización
de la fotosíntesis por los organismos del fondo y aumenta la
actividad de los descomponedores de materia orgánica gracias
al aumento de nutrientes. La consecuencia final es que
pronto las aguas se tiñen de verde y se produce una ausencia
de oxígeno en el fondo.
Recientemente se ha publicado en Science un estudio donde se
advierte del aumento de un tercio de zonas muertas en todo
el globo desde 1995. “En la zona de Santa Catalina, donde se
encuentra el muro que rodea al antiguo vertedero, la parte
externa de esa construcción que da al mar se encuentra llena
de algas verdes”- indicó el presidente de Septem Nostra,
José Manuel Pérez Rivera- “este tipo de algas son
indicativas de un proceso de estas características”. Una de
las causas de la eutrofización por vertidos, entre las que
se encuentran la contaminación atmosférica y agropecuaria,
es la provocada por las aguas residuales urbanas que traen
residuos orgánicos e inórganicos, como el fosfato que
provocan el inicio del proceso. “En Santa Catalina se une
por un lado las filtraciones al mar del propio vertedero y
por otro una canalización por donde se vierten aguas
fecales”.
Pérez Rivera aseguró que este tipo de procesos se dan por
todo el litoral ceutí en una ciudad donde no se depuran las
aguas y la red de saneamiento desemboca en muchos puntos de
la costa: “Tenemos suerte que Ceuta se encuentra en una zona
donde se dan fuertes corrientes por lo que las aguas que
pueden estar afectadas están muy localizadas”. El continuo
movimiento de las corrientes “compensan” el exceso de algas
y regeneran la calidad de las aguas.
La eutrofización produce mares mucho más empobrecidos y
zonas completamente muertas. En Santa Catalina “el lecho es
rocoso y se pueden ver las consecuencias, es una fauna
compuesta por animales como los erizos y muy pocos tipos de
peces”.
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Un tercio más de zonas muertas en el mar desde 1995
Los científicos Robert Díaz, del
Instituto de Ciencias Marinas de Virginia (EEUU), y Rutger
Rosengber, de la Universidad de Gotemburgo, han registrado
405 zonas muertas de mar producidas por la eutrofización, un
tercio más que en 1995. La mayor concentración de estas
zonas se registra en la costa oeste de los Estados Unidos,
en el litoral sur brasileño y las aguas de la Unión Europea
(UE), sobre todo en los países escandinavos. En España el
problema aún es menor y sólo se han encontrado regiones
completamente desiertas en algunos puntos del litoral
cantábrico. Los constantes vertidos al mar procedentes de
labores agropecuarios y vertidos de orgánicos en los
desagües urbanos y de productos como los fosfatos contenidos
en los detergentes provoca que desde los 60 el número de
regiones eutrofizadas crezca significativamente.
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