Dicen el refrán que más sabe el zorro por viejo que por
zorro y, tras muchas horas a pie de puerto, a los policías
acaba pasándoles un poco lo mismo. Ayer, mientras efectuaban
sus tareas rutinarias de control de pasaportes, los agentes
de la Policía Nacional destinados en la Estación Marítima
percibieron “nerviosismo” en los ocupantes de una
autocaravana. Cuando la registraron encontraron dentro 440
kilos de hachís.
Cerca de media tonelada de resina de hachís era el equipaje
extra con el que un hombre y dos mujeres (de nacionalidad
marroquí, belga y británica) pretendían regresar ayer el
pasado viernes a la Península en alguno de los ferrys que
enlazan la ciudad autónoma con Algeciras. Antes de embarcar,
sin embargo, se encontraron con el puesto de control que
mantiene en el puerto ceutí la Brigada Provincial de
Extranjería y Documentación, adscritos a la Comisaría del
puerto y dependientes en cualquier caso de la Jefatura
Superior del Cuerpo Nacional de Policía.
Allí, en sus controles rutinarios con motivo de la Operación
Paso del Estrecho (OPE) 2008, los agentes procedieron a
comprobar si los ocupantes de una autocaravana con matrícula
belga llevaban todos sus papeles en regla.
En ese protocolo “el nerviosismo de los ocupantes levantó
sospechas”, según informó ayer la Delegación del Gobierno a
través de una nota de prensa, por lo que el policía
encargado del control procedió a comprobar “si en el
interior de la autocaravana se encontraba algún inmigrante
ilegal oculto”, un método que se ha utilizado con cierta
frecuencia para hacer llegar inmigrantes irregulares a la
Península.
En su lugar, sin embargo, lo que se encontró fueron 261
bloques de hachís con un peso total de 440,6 kilogramos que
en el mercado habría alcanzado un precio aproximado de
620.000 euros.
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