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OPINIÓN - LUNES, 18 DE AGOSTO DE 2008

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Consensos

El portavoz del primer grupo de la oposición en la Asamblea, el formado por la Unión Demócrata Ceutí e Izquierda Unida (UDCE-IU), Mohamed Ali, acaba de anunciar que es su intención volver a llevar al Pleno de la Cámara autonómica, en septiembre u octubre, un debate que él mismo reconoce ya es “antiguo”. Se trata de volver a tratar la posibilidad, oportunidad y conveniencia de que una de las fiestas grandes de la comunidad musulmana, la Pascua del sacrificio, sea declarada fiesta local para facilitar su disfrute por parte de quienes la celebran atendiendo a sus preceptos religiosos, de quienes no lo hacen por motivos sacros y de quienes quieren hacerlo, aunque profesen una fe distinta. Los argumentos que acaba de exponer este mismo mes de agosto el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla, como los que en ocasiones anteriores ya había puesto sobre la mesa al reaparecer esta misma polémica, su homólogo ceutí, son perfectamente comprensibles. Las festividades musulmanas caen en una jornada u otra en función del calendario lunar y, por lo tanto, es imposible de predecir cuando los Ejecutivos elaboran el calendario de festividades local si en el momento en que llegue la celebración no se va a producir alguna concatenación de festivos contraproducente. Por primera vez, y esta es una aportación significativa para ir diluyendo la política de bloques religiosos que a veces parece establecerse en Ceuta y Melilla, los responsables de UPyD en la ciudad hermana, un partido que no carga con la etiqueta ‘de corte musulmán’, ha puesto sobre la mesa la esencia del asunto. Si la misión de los políticos es ordenar la cosa pública no parece conveniente que se deje en manos de cada empresario o empleador el conceder una fiesta de este calibre a sus empleados de determinada confesión, aunque bien es verdad que la consideración hacia ella es elevada. Lo ideal sería que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo en una fórmula que, además de garantizar el disfrute de esta fiesta a los musulmanes, acerque la misma al resto de comunidades. Con todos de acuerdo, la convivencia ganaría.
 

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