Sólo unos días después de que el
Centro Regional de Transfusiones de Sangre de Cádiz pasase
como ya es costumbre por los bajos de la Asamblea para
llevarse un poco de vida regalada por dos centenares de
ceutíes sin conocer su destinatario, el coordinador de
trasplantes del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) en
Ceuta, Saúl Belilty, nos recuerda hoy la importancia de ser
donante de órganos para salvar la vida de otras personas
cuando uno ha perdido la suya.
Belilty forma parte, además, de una campaña que no sólo debe
ser aplaudida sino también respaldada e impulsada por todos
aquellos que tienen algún tipo de responsabilidad: las
charlas informativas que se imparten en diferentes centros
educativos para promocionar la donación entre los más
jóvenes.
Aunque España es el país con mayor índice de donaciones del
mundo, éstas no son suficientes y un 7% de pacientes mueren
esperando un órgano. La Encuesta nacional sobre actitud de
los españoles ante la donación, realizada por la Universidad
Autónoma de Madrid el año pasado para la Organización
Nacional de Trasplantes (ONT), reveló, entre otros datos,
que, a pesar de que el 66,5% de los españoles se muestra
predispuesto a donar sus órganos, sólo el 8,2% de ellos
posee tarjeta de donante. Estos porcentajes han registrado
un ligero aumento con respecto a la encuesta de 1993, cuyos
valores se situaban, respectivamente, en el 64,5% y el 6,2%.
Concienciar a los más jóvenes en este tipo de iniciativas es
especialmente importante en las comunidades del sur del
país, donde el índice de donaciones es más bajo, aunque en
Ceuta hay que tener en cuenta además un hándicap importante
como nuestra escasa población.
“No ponemos a nadie una pistola en el pecho para que diga
sí”, bromea el urólogo, que defiende la mejor medicina para
este tipo de necesidades: informar de la realidad y de la
utilidad de hacerse donante para decidir en libertad.
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