Todos, alguna vez en la vida, nos vemos envueltos en
situaciones cotidianas en las que nos es necesaria la ayuda
de un desconocido. Son momentos puntuales en los que un
simple gracias por el consejo, la indicación, el gesto o el
dinero prestado son suficientes. Pero, cuando se trata de
una donación es diferente. Es una situación parecida puesto
que una persona desconocida, mediante una acción, ayuda a
otra. El gesto y las consecuencias son el gran diferencial.
El desprendimiento, el altruismo o simplemente las ganas de
permitir viviendo a quien más lo necesita son los
sentimientos que mueven a estas personas. No obstante no son
muchos quienes deciden ser donantes al fallecer o los
familiares que permiten el trasplante de los órganos de sus
seres queridos. Combatir el desconocimiento es una de las
labores de los coordinadores de trasplantes como el del
INGESA en Ceuta, Saúl Belilty.
Especialistas médicos en trasplantes como Belilty consideran
que la donación es “la única manera eficaz” de tratar a
personas a las que no les funcionan correctamente órganos
vitales como el corazón, los pulmones, el hígado o el
páncreas, por citar algunos de ellos. Esta es una premisa
que los coordinadores de trasplantes tienen que hacer llegar
a la población.
Así, la coordinadora de trasplantes del INGESA programa,
cada año, un ciclo de charlas de sensibilización en los
institutos de la ciudad. Este año no será menos. Asegura
Belilty que la intención de su explicación no es convencer
al joven para que sea donante. “Aquí no estamos para
convencer a nadie. No ponemos una pistola en el pecho para
que se diga que sí a una donación”, espetó.
Las charlas van dirigidas a los alumnos de segundo de
bachillerato, los más maduros de la educación obligatoria.
Según explicó el coordinador de trasplantes del INGESA, la
idea es darles a conocer que existe esta posibilidad para
que ellos, a lo largo de su vida, reflexionen y tomen la
decisión oportuna llegado el momento.
Como cada año, las charlas comenzaran en enero y se
prolongarán durante lo que quede de curso en centros como
los institutos Abyla, Luis de Camoens, Puertas del Campo,
Siete Colinas y Clara Campoamor y colegios como el San
Agustín y la Inmaculada.
Después de dos años Belilty se plantea dar para el nuevo
curso un cambio en el enfoque de las explicaciones. “Es
necesario por que no se puede estar año tras año con la
misma charla por que el mensaje, al final, acaba perdiendo
eficacia”, puntualizó. La intención es hacer más dinámicas y
participativas las charlas, buscar la interacción con los
estudiantes.
Preparando el 2009
La coordinadora de trasplantes del INGESA se encuentra en
estos meses de verano preparando el calendario de acciones y
actividades para el próximo 2009. Belilty reconoció que cada
una de las actuaciones que desarrollará necesita de una
preparación minuciosa y coordinada. Entre las más
destacables se encuentran las mencionadas charlas, el
desarrollo de seminarios y jornadas y la celebración el 14
de junio del Día Mundial del Donante.
El objetivo marcado es seguir en la línea de años anteriores
en los que Ceuta, con dos o tres donaciones multiorgánicas,
se mantuvo en la media nacional. España registró en 2007 una
media de entre 35 y 36 donantes por millón de habitantes,
una de las tasas más altas del mundo y de Europa, según
aseguró Belilty. Ya en España, las comunidades del norte son
las que mayores índices de donación poseen. Todo ello
hablando en términos de muerte encefálica.
Este momento es ideal para distinguir entre las dos formas
para donar: la muerte encefálica (cerebral) y la donación en
vida. Ambos casos son bien recibidos aunque el coordinador
de trasplantes del INGESA reconoció que la donación en vida
tiene un mayor valor. Este es un punto en el que España
flaquea, al contrario que la donación por muerte encefálica,
donde nuestro país tiene índices altísimos.
La religión es uno de los elementos predominantes en
personas reacias a donar y Ceuta es un territorio donde ésta
predomina enormemente. “Hay religiones que no permiten la
donación en cadáver a no ser que sea a individuos de la
misma etnia o a familiares. No obstante este es un problema
que consideramos igual que el que no dona por factores
educativos o de falta de costumbre”, precisó.
El verdadero hándicap de Ceuta en materia de trasplantes y
donaciones es el factor poblacional. “Tenemos 76.000
habitantes y ante eso no podemos hacer nada”, aseveró. Una
población de este calibre da menos de sí ante las muertes
cerebrales que otra que supere los 100.000 o incluso el
medio millón. Al margen de esta cuestión, Belilty desveló
que en Ceuta no hay una negativa familiar muy intensa
respecto a la donación de órganos.
Un modelo de éxito
La coordinadora de trasplantes del INGESA está dispuesta
para actuar 24 horas al día y 365 días al año. La cabeza
visible es Saúl Belilty, médico y especialista en urología.
Ceuta sigue de esta manera el modelo nacional, tan exitoso
que se ha exportado a países del entorno y sudamérica. El
secreto del éxito es la titulación como médicos
especialistas de los coordinadores y su autonomía respecto
del equipo de trasplantes. Éste último aspecto es la gran
diferencia con el modelo norteamericano. En otros países el
coordinador es un administrativo.
El proceso de donación comienza con el aviso de una muerte
encefálica por parte de la unidad de críticos. Después, el
coordinador, previa consulta con los familiares, realiza los
análisis pertinentes. En caso de tener un informe favorable
se establece un gabinete de actuación con los distintos
equipos que intervienen. Finalmente se extraen sólo los
órganos a los que la familia ha dado permiso.
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