Es una delicia disfrutar de un
prolongado baño en las frías aguas del Estrecho. Unos
cuantos ejercicios acuáticos suavizan el crac, crac de las
articulaciones de unos viejos huesos. Unas brazadas
acompañadas por el movimiento continuo de las piernas,
permite a uno tratar de conseguir un vientre plano.
Lo malo es que a la tarde-noche ese vientre plano deja de
serlo. Las cañas son culpables de ello.
El mar suele ser comunista. No distingue a nadie en
absoluto.
Hablando de comunismo, ya es intolerable que un país
organizador de un evento mundial, exento de política,
utilice ésta para hacerlo.
Un pobre chinita, de nombre Yang Peiyi, que había sido
escogida entre mil aspirantes para cantar en la inauguración
de las Olimpíadas fue escondida entre bastidores porque los
miembros del Partido Comunista Chino la consideraron gorda y
fea. Su voz fue robada para que otra chinita, dos años
mayor, simulara cantarla.
Era de esperar de un régimen que han convertido esa
Olimpíada en la Olimpíada de la Infamia. Preparada
monstruosamente con la detención en centros secretos de un
número indeterminado de activistas y sin pedir perdón al
mundo por la masacre de la plaza de Tiannanmen. Ni por el
Tíbet.
Estamos en una era, era de la Europa inexistente, impotente
ante la violación por parte de Rusia de todas las leyes con
su bombardeo de un Estado prooccidental que llama a las
puertas de la OTAN. Una Europa en la que el comunismo sigue
ahí, camuflado por una bandera que representa la represión
más grande de todos los tiempos y cuyos colores tapan los
que en el fondo continúan flameando.
Estamos en una era, era de la farsa, de la claudicación de
la democracia, de la ignominia más feroz.
Por parte nuestra, la España de las Autonomías, tenemos que
lamentar el lapsus de nuestro ministro de Asuntos
Exteriores. Se nota que el fuerte Sol afecta a algunos. La
declaración de nuestro ministro sobre el envío de medio
millón de euros de ayuda humanitaria “tanto a los ciudadanos
de Osetia como de Georgia”… me deja un poco boquiabierto. Se
supone que Osetia del Sur sigue siendo oficialmente una
región georgiana ¿no?
Ello me retrotrae a aquella confusión que tuvo entre Ceuta,
Melilla y Marruecos. Imagino que los asesores del ministro
estarán de vacaciones.
Bueno, regreso a eso del comunismo. Ayer (por el miércoles)
el cadáver viviente de Fidel Castro cumplió 82 años dentro
de un clima de silencio como siempre ha dominado aquellos
lares del Caribe desde que descendieron de Sierra Maestra.
La actitud de los gobernantes comunistas cubanos tiene tanta
similitud con la de los chinos. Son expertos en camuflajes
propagandísticos para mantener callado a sus respectivos
pueblos. La foto de Fidel con el Hugo Chávez ya empieza a
estar desgastada de tanto manoseo delante de las cámaras. Es
un milagro que el chándal de Castro no resulte descolorido
por tantos lavados como se supone habrá recibido en todo ese
tiempo que ya no está en el poder.
No tardaremos en asistir a nuevas demostraciones de opereta
por parte de los comunistas de todo el mundo. Veremos la
momia de Castro emulando a la de Lenín. Al tiempo.
Regresando a lo nuestro, a Ceuta, este verano ha sido uno de
los más plácidos –en referencia a la política local- que he
pasado aquí. Mucho camelo a punto de caramelo veo. Que si
exámenes amañados, que si recibo único, que si naves no…
total para tener una feria más, aparte de la real.
Se nota que en Ceuta existe el comunismo, interpretado de
otra forma, por cuanto no quieren reconocer, nuestros
gobernantes, los errores que comenten. Privilegio de los
fascistas y de los comunistas. Eso está muy claro. Solamente
sudan la gota gorda cuando el “coco” de al lado inicia un
leve movimiento sospechoso aderezado con perejiles. Poco les
faltan para agarrar la maleta… y no precisamente para pasar
las vacaciones.
Para terminar… ¡qué bomba!, esa decoración de la Avda. de
España. La propaganda que acompaña este tipo de
adecentamientos no es decente. Pero estamos aquí, en un
lugar singular, tan singular que hasta la poda de una pobre
rosa marchita es todo un acontecimiento que merece la
atención de todos los medios locales de comunicación, con
foto de la autoridad presente incluida.
Un aviso, vigilen al pobre Pedro de Meneses y su hijo. Tan
inmóviles están que le van desapareciendo piezas en
aparentes descuidos.
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