Al final va a ser que no; de
momento. La marcha ciudadana convocada por asociaciones
marroquíes para el próximo día 14, que fue adelantada hace
días por esta columna, va finalmente a ser substituida por
un encuentro en Tetuán aunque en esta ocasión, según me
declaraba ayer por la tarde el abogado Haji, “no va a haber
concentración ante el Consulado de España”, sito en la
céntrica avenida peatonal “Mohamed V”, junto a la plaza
“Mulay El Mehdi”. Según el abogado Haji, no han podido
conseguir a tiempo canoas y barcas (“pateras”), con la que
abordar el islote: “Perejil” para los españoles, “Leila”
para los marroquíes. Por lo demás y tras una larga
conversación, Haji afirma que “como marroquí está luchando
por la democratización de su país y la recuperación de Ceuta
hay que verla en esa dirección”, aunque -añade- “antes de
Ceuta y Melilla está la democratización de Marruecos y el
lanzamiento de su economía”. Por su parte Mohamed Alí,
presidente de FEERI (“Federación de Entidades Religiosas de
España”, de carácter moderado), se muestra muy prudente,
considerando -son sus palabras de ayer a mediodía- “No estar
de acuerdo ahora en que se haga una marcha, es un momento
delicado y la sociedad civil de ambos países debe buscar
caminos de encuentro y no la senda del enfrentamiento”.
Mohamed Alí, al que trato desde hace años, está esforzándose
en los últimos tiempos por mostrar su imagen más amable,
huyendo de posturas maximalistas en lo corceniente a la
secular reivindicación del Reino Alauí (desde los tiempos
del sultán Mulay Ismail) sobre Ceuta, atesorando su activo
ante las autoridades españolas y marroquíes: la gestión de
un gran número de las asociaciones musulmanas existentes en
España e integradas en FEERI, proponiéndose como un
interlocutor válido a ambos lados de la frontera.
La última concentración ante Perejil, al final deslucida en
número de personas pese a las expectativas (fue evidente una
“marcha atrás” en el último momento, por parte de la
organización), tuvo lugar el 14 de diciembre del año pasado.
En aquella ocasión y después de atravesar Beliones, bajo un
día espléndido, un grupo de personas se posicionó
enarbolando banderas marroquíes sobre las rocas al pie del
“Yebel Musa” (la “Mujer Muerta” para los ceutíes), a la
vista del islote, mientras una patrullera de la “Guardia
Civil” navegaba por los alrededores. Finalmente, tuvo lugar
una rueda de prensa en la cercana Fndiq (Castillejos) en la
que se anunció la creación de un gran frente civil para la
recuperación de la unidad territorial (Sáhara, Ceuta y
Melilla), la causa morisco-andalusí, las ayudas para
antiguos combatientes alistados en el ejército español y la
indemnización para los afectados por los gases tóxicos
durante la Guerra del Rif. En ésta ocasión, los
organizadores pretendían alcanzar el islote por tierra; el
día 14, por mar…
Suele decirse que, a veces, el árbol no deja ver el bosque.
Lo que llama mi atención es la dinámica acción-reacción, por
la que el Gobierno marroquí queda por un lado al margen de
la “diplomacia paralela civil” y, por otro, puede exponer
ante el Gobierno español el resultado de sus “buenos
oficios”. Pero como escribía el otro día, ¿quién o quienes
están intentando envenenar las relaciones bilaterales…?. Por
lo demás no se equivoquen, Perejil es como las letras de la
hipoteca: a plazos. La marcha solo se ha aplazado.
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