El Parque Marítimo del Mediterráneo se vio invadido ayer por
niños que combinaban sus rasgos eslavos, el pelo rubio y
unos brillantes y límpidos ojos azules con un moreno muy
andaluz. La eslavolatinidad podría definirse. La Asociación
Niños de Ucrania y Andalucía lleva a cabo la labor benéfica
de traer a niños procedentes de los orfanatos del
recientemente independizado país. La organizaación ha sido
invitada por la Ciudad Autónoma para que los niños que pasan
el verano en Andalucía pudiesen conocer Ceuta. Unos 45 niños
de los que correteaban ayer por las instalaciones del parque
procedían de la región anduluza, ocho más han sido adoptados
por familias de la propia ciudad.
¿Qué te parece Ceuta?, le preguntaron a una de las niñas que
mejor hablaban el castellano. “Bien” acertó a responder la
chiquilla rodeada por las cámaras y los medios de
comunicación. Todos los monitores, los padres adoptivos y
los responsables de la organización conincideron en los
mismo: la sorprendente capacidad de adaptación de los niños
y la rapidez con la que adquieren el idioma. Una capacidad,
por otra parte, con la que parecen estar bendecidos los
eslavos.
La asociación lleva funcionando desde 2003 y trabajando con
familias ceutíes desde hace tres años: “En principio
empezamos con aquellas que tenían casa en Algeciras porque
eramos una entidad de carácter regional, sólo estábamos en
Andalucía. Desde hace dos años nos extendimos al resto de
España, ha sido cuando han empezado a adoptar familias en la
propia ciudad”, explicó la presidenta de la asociación de
Niños de Ucrania y Andalucía, Dolores Pérez Vázquez. Los
niños ucranianos pasan tres meses de verano con sus familias
adoptivas y dos más en diciembre y enero para que conozcan
las fiestas navideñas en familia. ¿En qué condiciones llegan
aquí los niños? “No muy buenas ¿ves esa niña de allí?”
Dolores Pérez señaló una de las niñas ucranianas, algo
delgada “pues ella ha puesto durante el verano casi ocho
kilos y medio. En Ucrania hay casi 300.000 niños en los
orfanatos y existen condiciones muy pobres en el país. Un
maestro puede cobrar 60 euros y muchos de ellos son
abandonados en las puertas de los orfanatos, así que
imagínate cuando vienen aquí y tienen a su padre y su madre
el bien que les hace”. Algunas de las familias españolas que
han acogido a los niños han decidio adoptarlos
definitivamente, “pero ya es una custión entre ellos y el
Estado, nosotros no tenemos posibilidad de intervención
ahí”.
Colaboraciones
Los niños que estuvieron en el parque proceden de todas las
regiones andaluzas como Sevilla o Córdoba y sus lugares de
origen en Ucrania son las regiones norteñas, cercanas a la
provincia de Chernóbil como Zhitomir. Los niños no tienen
ningún tipo de afección asociada a la radioactividad.
La oenegé local Digmun colabora en el proyecto sufragando
los costes del largo viaje desde Ucrania hasta Ceuta. Ayer
se encontraba allí Paloma Manzano ya que la entidad
participó en la invitación del Parque Marítimo organizando y
asistiendo a los niños.
La presidenta accidental, Yolanda Bel, pasó por allí a ver
como se desarrollaban el día. El viaje de los niños desde
Andalucía ha sido una invitación de la Ciudad y un interés
personal del vacacionado presidente, Juan Jesús Vivas. Se
estableció un diálogo entre Dolores, la presidenta de la
asociación, y Yolanda a dos metros de distancia con el
grueso de los medios de comunicación en el intermedio.
Dolores Pérez agradeció el viaje financiado por la Ciudad,
“Este tipo de acciones es lo que más llenan en el ejercicio
político y por parte nuestra podéis seguir contando con
nuestra ayuda” dijo Bel. “Nos gustaría crear talleres de
trabajo porque cuando llegan a una edad y salen del orfanato
lo tienen muy complicado”; “Pues cuenta con ello Dolores”
respondió Bel.
Mientras la conversación entre ambas se desarrollaba, uno de
los niños que ha venido invitado por una de las familias de
Ceuta, el rubio Nicola, jugaba con el morenillo Eloy, un
niño ceutí, a pegar las manos en el mismo lugar, separados
por una fina puerta de cristal de un restaurante.
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