La Policía Nacional ha dado
finalmente con los autores de los numerosos robos
perpetrados en varios domicilios ocurridos desde la
primavera en el Poblado de San Antonio. Los detenidos se
habían especializado en la comisión de robos con fuerza
mediante el escalo, de madrugada, aprovechando el sueño del
personal. El dispositivo paciente que la Brigada de Policía
Judicial, y en concreto de su Unidad de Delicuencia
Especializada y Violenta (UDEV), dio sus frutos el pasado
jueves cuando se persiguió a dos elementos que salían a la
carrera en motocicleta al percatarse de la presencia
policial. En ese mismo día las pesquisas dieron como
resultado la detención de dos marroquíes expertos en este
tipo de delitos que ya disponían de un amplio repertorio
anterior con varias detenciones y con ordenes judiciales
cada uno de ellos de no entrar a España uno hasta 2017 y el
otro hasta 2018. Sin embargo, y aquí está el quid de la
cuestión, entraban a Ceuta cuando querían, hacían las
fechorías que querían y regresaban a Marruecos después de
descansar en casas ceutíes de ‘amigos’ españoles.
Queda claro pues que la forma de proceder de estos dos
elementos, para nada reinsertados, forma parte de la falta
de respeto que se le tienen a las leyes españolas y, en
definitiva, al muy fláccido sistema español, toda una
delicia para el delincuente marroquí a quien delinquir en
España le sale extremadamente barato, nada que ver que si lo
hiciera en su país.
Eso por un lado. Por otro es la percepción clara de que a
Ceuta entra quien quiere, como quiere y cuando quiere ya sea
un delincuente reconocido, ajusticiado y con prohibición
expresa de entrar en España. El tirón de orejas tendrá que
ir a quien corresponda. Entre otras cuestiones porque los
residentes del Poblado han vivido alarmados durante los
últimos tres meses gracias a la laxitud de una frontera en
exceso permeable para este tipo de personajes.
Otra cuestión será la Justicia. ¿Qué hacer ahora con estos
dos expulsados del país por delitos anteriores del mismo
calado?. ¿Se les expulsa otra vez, o se les da cobijo en las
cárceles españolas bien comidos, vestidos y servidos?.
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