Desde las doce de la madrugada del sábado el temor, el miedo
y la inseguridad asolaban al recinto ferial. Cientos de
agentes de los diferentes cuerpos iniciaban una jornada que
prometía ser intensa y cuyos resultados definitivos podremos
conocer durante el día de hoy. Los datos provisionales
ofrecidos por la Guardia Civil en la cita de ayer reflejan
un total de 87 arrestos. Medio centenar son marroquíes, 6
menores y el resto de diversas nacionalidades. Aunque las
cifras puedan ser alarmantes, las diferentes autoridades han
constatado que estamos ante la feria de la ciudad autónoma
más tranquila desde hace años.
Sobre las ocho de la tarde de ayer se constataton las
primeras cifras de ilegales detenidos en la famosa Operación
Feriante de Ceuta.
Tras una larga e intensa jornada de trabajo, las distintas
Fuerzas de Seguridad aportaban el primer balance, que
recogía la intercepción de 87 inmigrantes. Fueron
inspeccionados 167 vehículos, dentro de los cuales se
localizaron a 25 personas indocumentadas, dato que se
presenta bastante favorable teniendo en cuenta que el número
de intercepciones ha descendido en un cincuenta por ciento,
aproximadamente, respecto al año anterior.
Atendiendo a criterios de localización, 62 han sido los
inmigrantes arrestados en el recinto ferial, que estaba
controlado por el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía
Local. Los 25 restantes han sido descubiertos por los
agentes de la Guardia Civil, ya que se encontraban
escondidos en el interior de los trailers de los feriantes,
en la zona de preembarque de la estación marítima.
A groso modo, los 87 inmigrantes en situación irregular
procedían de lugares diversos; de los 62 interceptados, 25
son residentes en el CETI y fueron devueltos al centro de
acogida; 6 eran menores marroquíes, 3 argelinos y el resto
fueron marroquíes indocumentados.
El éxito durante la jornada de la Operación Feriante de 2008
se ha debido a varios factores: por un lado, el control
previo establecido en la frontera del Tarajal, ya que a
ciertos colectivos sospechosos no se les ha permitido el
paso en la frontera para visitar la feria. Por otro, el
amplio despliegue policial de los diferentes cuerpos. En el
dispositivo, que fue activado al cumplirse la madrugada del
sábado, participan 64 agentes de la Policía Nacional, 65 de
la Guardia Civil y varias patrullas de la Policía Local de
Ceuta.
La perfecta coordinación entre los diferentes cuerpos ha
dado como resultado una jornada carente de incidentes de
mayor envergadura.
Pero las buenas noticias no han llegado de forma casual y
por gracia divina.
Todo comenzó a medianoche, cuando los comerciantes iniciaban
el desmontaje de las atracciones y los agentes de la Policía
Nacional y Local se encargaban de las primeras batidas con
el objetivo de localizar a inmigrantes irregulares que
tuviesen pretensiones de hacerse un hueco entre los amasijos
de hierro de los cacharros. En la misma franja horaria, la
Guardia Civil montaría su propia carpa de trabajo en la zona
de preembarque de camiones de la estación marítima. Eso sí,
con provisiones tecnológicas de alta calidad para asegurar
una buena marcha de la jornadaa y eficacia en las
detenciones. El primero sería un escáner portátil que recibe
las señales de sensores que se conectan a los diferentes
vehículos. Estos sensores detectan los latidos del corazón,
independientemente de que sean personas o animales. El
segundo y novedoso aparato consiste en un fino cable en cuya
punta transporta una microcámara capaz de ver allá donde los
ojos humanos no son capaces.
Horas más tarde, a las siete de la mañana de ayer, resonaban
los primeros datos. La cifra de intercepciones eran pequeña,
alrededor de 15. A la misma hora, el Delegado del Gobierno y
el Jefe Superior de la Policía Nacional acudían al ferial
para comprobar el desarrollo de la Operación Feriante,
aunque no aportaron las primeras declaraciones.
Sobre las nueve y media de la mañana varias caravanas
pasaban los primeros controles de la Guardia Civil y se
agolpaban esperando la llegada del primer barco. Fuentes de
dicho cuerpo explicaban a los medios la intercepción de unos
17 indocumentados, en su mayoría del norte de Marruecos.
Quizás el dato más curioso fuese la detención de siete
ilegales encontrados en un mismo camión, y otros pocos,
escondidos en los autos de choque. Media hora después, el
dispositivo del puerto recibía tres ilegales más.
En el segundo pase de vehículos que serían inspeccionados
por la Guardia Civil, la frase “verde, limpio” sería la más
sonada. Para aquellos que no estuvieron presentes, el
escáner citado anteriormente presentaba un mecanismo similar
al funcionamiento de un semáforo.
Cuando los sensores reconocían latidos, la pantalla adquiría
color rojo. Entonces, los agentes procedían a la inspección
del vehículo. Escaleras, linternas, perros. Todo un equipo
dispuesto a la caza y captura no sólo de ilegales sino
también del tráfico de estupefacientes. Los techos, los
compartimentos y los recovecos; todo abierto para ser
revisado y garantizar la seguridad de los feriantes.
“Me parece muy bien este tipo de controles para asegurarnos
de que volvemos a la península en perfectas condiciones y
sin crear ninguna circunstancia problemática”, explicaba
Javier Membreño, trabajador del puesto de patatas asadas
Europa 3.
Llegada la una del mediodía, las cifras aumentaban y
llegaban las primeras declaraciones del Delegado del
Gobierno y el Coronel de la Guardia Civil. “El dispositivo
de control en la frontera del Tarajal ha facilitado las
tareas del resto de agentes. Estos primeros datos indican
que llegamos a la menor cifra de todos los años. Cada cuerpo
ha realizado su labor y los resultados están siendo bastante
buenos porque además del descenso de inmigrantes, no se han
encontrado señas de estupefacientes ni de explosivos”,
explicaba en su comparecencia ante los medios José Fernández
Chacón.
Es de destacar que las diferentes autoridades de Ceuta
marcaron y resaltaron el carácter tranquilo y apaciguado de
estas Fiestas Patronales. Y ello gracias al amplio operativo
diseñado por la Junta Local de Seguridad y a la excelente
coordinación entre los distintos cuerpos.
Sobre las dos de la tarde concluían los controles en la zona
de preembarque por la falta de ferrys hacia la península, ya
que sólo funcionaron las compañías Acciona y Eurferrys. Aún
así, los agentes inspeccionaron la zona del puerto y, sobre
todo, las escolleras, que resultaban estar limpias por el
trabajo realizado en la jornada anterior.
Con la puesta de sol y la caída de la noche llegaron desde
la Delegación del Gobierno los resultados provisionales de
la Operación Feriante, que se saldava con 87 inmigrantes.
Durante el día de hoy continuarán los trabajos de los
dispositivos de seguridad ya que hay comerciantes que aún no
han conseguido pasar por el control de la Guardia Civil y
regresar a la península.
Como hecho destacable es que los grandes clásicos, en esta
edición, han sido rotos. Atracciones como los ponys y
grandes transportes de hierro, que años atrás han sido los
afectados, han cruzado el preembarque sin albergar a ningún
inmigrante.
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Seguridad y estragos se unen en las inspecciones del puerto
La Operación Feriante nace con el
objetivo de impedir que personas sin documentación crucen el
Estrecho aprovechando la visita de los feriantes, y lo más
importante, utilizando los recovecos existentes en los
camiones de las atracciones para esconderse y escapar de la
ciudad autónoma. Aunque las intenciones son las mejores y
garantizan la seguridad de estos comerciantes, el pasar por
los sensores de la Guardia Civil y estar observados durante
unas horas, también causa sus estragos. “Este tipo de
controles sólo se realiza aquí. Nunca nos han cogido ningún
indocumentado pero desde que empieza el sábado, pasamos un
mal rato, estamos entripados. Además cuando acaba la feria
estás deseando recogerlo todo, coger el barco y llegar por
fín a Algeciras para estar totalmente tranquilos”, declara
Salomé Jiménez, responsable de la Caseta de Tiro de Vino.
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