Llevo unos días dándole vueltas al
verdadero significado de la palabra honestidad, honesto. Se
que la honestidad es una cualidad humana consistente en
comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de
acuerdo con los valores de verdad y justicia. En su sentido
más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple
respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y
las personas; en otros sentidos, la honestidad también
implica la relación entre el sujeto y los demás, y del
sujeto consigo mismo.
No se puede decidir obviar información útil respecto a
determinada decisión, y sin embargo defender que dicha
decisión ha sido tomada con honestidad. Basar las propias
decisiones en los deseos y no en la información reunida con
respecto al mundo puede ser considerado deshonesto, incluso
cuando se realiza con buenas intenciones. La honestidad
requiere por lo tanto un acercamiento a la verdad no
mediatizado por los propios deseos.
Tal vez, según las palabras de Pedro Gordillo en la caseta
ferial de “Las Cañas” tomado cañas, el PP sea un partido en
busca de la honestidad, no hallada todavía, en un empeño
harto difícil si mantiene esa política de total
desinformación.
Gonzalo Testa reportó, el pasado viernes, muy bien la
celebración del PP en el recinto ferial, comparó a los
políticos con vehículos, sobre todo diésel, que como todos
sabemos son muy caros de reparar, cuando no de coste… pero
es deshonesto, el Partido Popular, de aprovecharse de una
coyuntura popular como es la Feria para hacer campaña,
aunque sea para sus propios fines.
Desgraciadamente, los hechos y ciertos documentos hablan
claramente de la marcada deshonestidad con la que se
conducen los peperos, empezando por la asonada de las
esposas y familiares de los militares, con sus
manifestaciones y sus firmas. Eso a nivel local, por cuanto
lo que es a nivel nacional, apaga y vámonos.
¿Por qué?, porque pese a la existencia de documentos, que
los peperos conocen perfectamente y que no pueden ignorar su
realidad tangible, no han dudado en usar un concepto
contrario al contenido de esos documentos para comunicar,
apoyar y participar en las distintas asonadas y
manifestaciones en contra del Gobierno español. Ello basta
para dudar de la supuesta honestidad pepera. Se de qué
escribo.
La descripción realizada por Pedro Gordillo de su gente y
del PP ceutí, se asemeja más al aria publicitaria de a
cualquier otra cosa. ¡¡Qué suerte tiene el PP que sus
militantes sean todos tan perfectos!!. No es que parezca que
no lleva la honestidad encima, es que carecen por completo
de ella en su verdadero y profundo significado. Mal asunto
ese de mezclar a los socialistas en su charanga, sobre todo
cargando contra Inmaculada Ramírez. Los socialistas no
acuden a votar en los Congresos del PP y que yo sepa no se
van a votar al Presidente de la Ciudad, por lo que esa
declaración sobra. Tal vez el ambiente ferial haya
trastocado un poco sus genes.
No es honesto quién lleva las trifulcas de la Asamblea a la
calle. No es honesto quién pretende regodearse en otra
persona, aunque sea su mejor enemigo (peor no puede ser
porque entonces sería muy inferior) de manera pública y
notoria tras haberla vencido por la fuerza de su mayoría,
sabiendo como sabe que está en su propio terreno rodeado de
fans por todas partes. Esa actitud basta para echar abajo la
posible honestidad.
No digo que no existan gente honesta en el PP, ni mucho
menos, las hay y a montones. Gente honesta que saben ser
agradecidas cuando uno hace un pequeñísimo e insignificante
obsequio… escribo de la actuación política deshonesta y nada
más, por lo que pido que nadie se sienta aludido de manera
personal. Recuerden que honesto significa, repartido en
cuatro calificaciones de adjetivos: Decente o decoroso.
Recatado, pudoroso. Razonable, justo. Probo, recto, honrado.
Siendo necesario recalcar sobre las dos últimas
descripciones el verdadero fondo de ser honesto. Tener como
bandera tal virtud es un paso peligroso para un político.
Las dos primeras ya pertenecen al ámbito curial.
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