El buque-escuela portugués, ‘Creoula’ regresó ayer a puerto
ceutí, una vez más. Su capitán, Silva Ramos, acompañado por
el cónsul de Portugal en Ceuta, José Ríos, cumplimentaron a
las primeras autoridades de la Ciudad Autónoma. Acudieron a
un encuentro con Vivas y más tarde con Chacón.
Vivas se disculpó en la recepción protocolaria con el
capitán del Creoula por estar descorbatado, agradeció la
visita del buque escuela y estuvo relatando al capitán las
vicisitudes de un presidente durante una feria.
El capitán, en un perfecto portuñol, destacó la
“importancia” que tenía para el buque escuela la visita a
Ceuta y agradeció el “gran” recibimiento dispensado por la
ciudad. El marino era muy consciente del origen luso de la
ciudad: “Todo el mundo en Portugal conoce la vinculación
histórica con la localidad y la historia de Enrique el
Navegante”.
Antigüo bacaladero
El buque de la armada portuguesa, que era un antiguo
bacaladero, embarca hoy a personal civil, fundamentalmente
estudiantes: “Ellos hacen todos los trabajos que se tienen
que hacer en un barco, y así se muestra la importancia que
el mar tienne para Portugal y como se vive en un barco”.
Actualmente la joven tripulación tiene siete nacionalidades
distintas por un programa de la Unión Europea.
“Por eso hemos visitado la ciudad para mostrar otras
culturas”.
El buque-escuela realiza un trayecto entre Cádiz, Ceuta y
Lisboa. Los que disfrutan del viaje en el Creoula tienen un
tiempo limitado de una o dos semanas a bordo del buque.
El Creoula estuvo abierto a las visitas de quien quisiese
conocerlo durante la tarde de ayer.
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