No hay vuelta atrás, la asociación marroquí para la ‘Defensa
de la Integridad Territorial y la Recuperación de Ceuta y
Melilla’ ha anunciado su peculiar marcha a la isla del
Perejil y no aceptará una negativa del gobierno marroquí.
España y sus representantes consulares están en alerta
Seis años después de que el islote de Perejil ocupara
portadas y que fuera el desencadenante de una crisis
diplomática sin precedentes entre los Estados español y
marroquí, se prepara una “marcha popular” hacia ‘Leila’, el
nombre con el que los marroquíes denominan el islote. El
presidente del comité de coordinación de instancias de la
sociedad civil del norte, Abdelmounaim Chaouki, anunció en
el diario de filiación islamista ‘Attajdid’ la celebración
de la marcha para el 14 de agosto. La intención es “ocupar
el territorio”, que está bajo soberanía española, hecho que
Marruecos ni reconoce ni acepta. En el origen de la
iniciativa se encuentra el ‘Frente por la Defensa de la
Integridad Territorial y la Recuperación de Ceuta y Melilla
y los islotes ocupados’ (FDIT), junto a la Asociación Sáhara
Marroquí, que durante los últimos meses han multiplicado sus
declaraciones en contra del Estado español.
No es la primera vez que asociaciones civiles del norte del
Marruecos intentan llevar a cabo una manifestación similar.
Tras la visita de los reyes en Ceuta y Melilla el noviembre
del 2007 hubo varios intentos de ocupar el islote que Rabat
frenó repetidamente. En este caso, los organizadores ya han
advertido que no aceptarán un no.
Fuentes consulares españolas consultadas esperan que el
llamamiento a ocupar el islote vuelva a ser frenada por las
autoridades marroquíes, pero, por si las moscas, se
mantienen en estado de alerta.
La FDIT tiene base en Tánger y vio la luz el 14 de
diciembre. Su principal objetivo es llevar a España ante los
tribunales internacionales por “las miles de víctimas
marroquíes” y los “crímenes” que consideran que se han
llevado a cabo a lo largo de la historia. Argumentan sus
acusaciones con dossieres sobre los bombardeos del ejército
español con gases químicos al Rif durante el primer tercio
del siglo XX, la participación forzada de soldados
marroquíes a la Guerra Civil e incluso la expulsión de los
moriscos de Al-Àndalus el 1605. “Un millón y medio de
musulmanes fueron expulsados de la Península durante más de
tres siglos. Quiero una recompensa para mí y la familia”,
dijo Abdessmad Tamouro, responsable del FDIT.
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Exteriores espera que Marruecos no permita esta acción
Fuentes diplomáticas consultadas
reconocen el buen clima de entendimiento hispano-marroquí
como para que una situación como la que se anuncia sea
finalmente permitida. Los consulados y la embajada española
en Rabat sigue tomando nota pero confían en que las
autoridades marroquíes puedan ‘frenar’ estas intenciones.
Mismo discurso en Asuntos Exteriores. Por otro lado, no deja
de ser un ‘brindis al sol’ la acción que promueve un ‘carca’
histórico como lo es Abdelmounaim Chaouki que ejerce
permanentemente de bencina y, a veces, no se sabe sí sólo es
un elemento utilizable por el régimen para tensar a merced
relaciones bilaterales por objetivos de mayor calado, o si
por el contrario, por lo absurdo de su discurso, es sólo un
loco solitario capaz de pedir que castiguen a los romanos
por haber dado muerte hace veinte siglos a Cristo.
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