Le tengo que hacer un monumento a
mí pequeña libreta, esa de apuntar las cosas para que no se
me olviden. Una de las notas dice Juan Sierra. Me veo a mí
amigo elegantemente vestido en el real de la feria, lo que
me produce una gran satisfacción. Juan, con su
extraordinario humor ha hecho reír a muchas personas, sobre
todo a los niños. No hay, en la vida, nada más bonito que la
sonrisa de un niño. Sus sonrisas son auténticas, reales y no
la sonrisa forzada de la hipocresía y la falsedad.
Un siglo de estos habrá que hacerle un homenaje a Juan
Sierra. Se lo merece. Si alguien decide hacértelo, Juan,
aunque estoy retirado de todo lo que huela a presentar
espectáculos, cuanta conmigo, será un orgullo y un honor,
presentarlo. Nada me haría más feliz, Juan, amigo del alma,
que verte nuevamente haciendo reír a los niños. Para ello,
necesitamos que te recuperes totalmente. Eso espero y deseo.
Un abrazo, Juan.
El día cuatro de agosto, como viene siendo tradicional desde
hace cuarenta años, tuvo lugar la ofrenda floral a la Virgen
de África. Todo esto me parece muy bien, pero en mí pequeña
libreta, esa de anotar cosas que pasan en la feria, tengo un
nombre, José Ángel Guerrero. Y ustedes se preguntarán por
qué y, por supuesto quién es este señor y qué tiene que ver
con la tradición de la ofrenda floral a la Patrona de Ceuta.
Pues tiene mucho que ver, más de lo que ustedes se imaginan.
José Ángel Guerreo, maestro que es como me gusta llamar a
los que estudiamos magisterios y ejercimos el mismo, hace
cuarenta años era el presidente de la Corte de Infantes de
Santa María de África, de la que servidor tenía el honor de
ser un miembro de su directiva. Y fue en una de esas
reuniones, par de meses antes de que llegasen las Fiesta
Patronales cuando, Ángel Guerrero, propuso a la directiva
que él presidia, hacer una ofrenda floral a nuestra Patrona
a igual que se hacía en Valencia.
Su propuesta fue aprobada por unanimidad e inmediatamente,
dada la premura de tiempo nos pusimos mano a la obra y aquel
mismo año, se llevaba a cabo la primera ofrenda floral a la
Patrona de Ceuta, Santa María de África.
Se le debe, pues, a José Ángel Guerrero la institución de
esta tradición que cumple cuarenta años. Y es curioso, nadie
le ha dado ni el más mínimo reconocimiento. Ni tan siquiera
ha sido merecedor de una placa, en la que la Ciudad le haya
mostrado su gratitud por haber instituido esta tradición
ceutí de la ofrenda floral a la Patrona de nuestra tierra.
Agradecidos que somos.
Quizás el error de mí amigo, es no haber cobrado por ello Y
ya se sabe trabajar por esta tierra, sin cobrar nada, no
merece ni la más mínima distinción. Y, encima, lleva tantos
años afincados en esta tierra que presume de ser un ceutí
más. Otro hándicap importante, el ser de Ceuta y realizar
cosas a favor de ella sin cobrar un euro.
A otros que no son de aquí, han cobrado una buena pasta y no
ha culminado la obra que tenia encargada, se le entrega
hasta el escudo de la ciudad. Manda … la cosa.
Cierro la libreta. Me empiezo a cabrear ante esta
injusticia. Ser de Ceuta y trabajar por ella sin cobrar,
esta mal visto ¡Personajillos de..
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