Los trabajadores de Tratagua aseguran estos días que el
Gobierno local no ha cumplido el compromiso adquirido el
pasado 11 de abril, con el que se ponía punto y final al
"campamento solidario" que instalaron en la Plaza de España,
frente a las puertas del Palacio de la Asamblea. Sin
embargo, el consejero de Medio Ambiente quiso ayer dejar muy
claro que a lo que él verdaderamente se comprometió no fue a
mediar en la negociación, sino a "no escatimar esfuerzos
para que entre los trabajadores y la nueva empresa se llegue
a un acuerdo que dé como resultado la firma de un convenio
que satisfaga a ambas partes".
Recordó que ya en su día advirtió que "difícilmente" la
empresa acceda a las reivindicaciones de los trabajadores,
máxime cuando le falta menos de tres semana para que expire
el contrato.
Por ello Gavilán se pregunta contra quien es la huelga que
quieren realizar los trabajadores: si contra Tratagua, una
empresa a la que le faltará menos de dos semanas para ser la
responsable del servicio cuando se inicie la huelga; Sadyt,
que aún no se ha hecho cargo de la planta depuradora, o él
mismo.
En este sentido considera que las criticas recibidas por
parte del delegado de personal de la depuradora, Manuel
Martín, acusándole de no cumplir con el compromiso, no son
más que "la excusa" para iniciar la huelga. Que según apuntó
el propio consejero sería el día 21, aunque los trabajadores
de Tratagua tienen la intención de comenzar en próximas
fechas otros "campamento de la solidaridad".
Imposible negociar
Al margen de la respuesta al delegado de personal de
Tratagua, Gavilán recordó que, por mucho que se quiera
ayudar en el conflicto laboral en ningún momento puede
participar en la negociación de un convenio colectivo con
una empresa privada, a pesar de que esta sea subcontratada
para hacerse cargo de un servicio público. Un aviso a
navegantes que también lanzó para los trabajadores del
servicio de limpieza de FCC, quienes también ya han
presentado un preaviso de huelga.
Consecuencias
En cuanto a las posible consecuencias que pudiera ocasionar
la coincidencia en el tiempo de las dos huelgas -hace cuatro
años ya se produjo una en el servicio de limpieza-, el
consejero de Medio Ambiente, comentó que en pocos días las
ciudad se encontraría en unas condiciones higiénico
sanitarias muy poco recomendables, especialmente ahora en
verano.
Y es que en Melilla se recogen diariamente de media unas 100
toneladas de basura -cifra que aumentaría levemente debido a
los residuos generados durante la Feria-, con lo que en poco
tiempo los contenedores se verían desbordados. Además, no
mantener el mismo nivel en la planta depuradora provocaría
malos olores por no tratar las aguas fecales como ahora.
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