Hasta ahora el Gobierno de la
Ciudad se había dedicado, desde el primer día, a ir
renovando y acondicionando todo aquello que no estaba a tono
con lo que se necesita en la Ciudad de Ceuta.
Tener unas calles bien asfaltadas, tener unas playas bien
organizadas, tener un alumbrado cada vez mejor, unos
jardines cada vez más cómodos. De todo eso se había
preocupado ¡¡ y de qué manera!! El gobierno de Juan Vivas.
Sin embargo, había muchos aspectos del tráfico, o de
conductores, que dejaban mucho que desear, y de ahí la mano
dura, desde hace tiempo para los infractores.
Otro tanto pasaba con las playas. De poco servía que las
distintas administraciones se empeñaran en tener unas
playas, cada año mejor acondicionadas, si luego el “baranda”
de turno venía con su perrito, o con algún vehículo de esos
modernos que se llevan tanto ahora, para molestar a quienes
estaban tratando de disfrutar de esas playas desde mayo,
hasta septiembre.
Las normativas o las ordenanzas eran burladas, muchos veces
porque las sanciones eran pequeñas, con lo que había quien
se jactaba de haber pagado, si es que lo pagaba, 150 € por
haber actuado en la playa como si hubiera estado en el patio
de su casa, o en el corralito de su tía Petra.
La Ciudad Autónoma se propone, desde ahora mismo, proteger
estas playas y doblar las sanciones, si es que hay quien
sigue infringiendo las ordenanzas correspondientes.
Y consideramos que, a partir de ahora, ya no será un “juego
de niños” la sanción de 900 € que podría pagar quien lleve a
los arenales de cualquiera de las playas de Ceuta, algún
animal de compañía.
Y esto, afortunadamente, no va en broma, pues, antes de que
haya terminado el verano, Medio Ambiente tendrá ultimada la
Ordenanza para aplicarla este mismo año. Se hace
imprescindible tomarse en serio todo esto que hay quien
trata de saltarse, sin respeto a los demás y sin respeto a
las propias ordenanzas.
Con la nueva Ordenanza, que será doblemente beneficiosa, los
responsables tendrán que pagar el doble de las cuantías
estipuladas ahora, lo que significa guardarse de romper lo
que hay, y, al mismo tiempo, la Ciudad recaudará más, para
poder tener unos mejores servicios y que todo esté siempre
en orden.
Algunas de las acciones que han venido realizándose en torno
a las playas, pueden resultar bastante caras, ya que tendrá
que pagar 1800 € de sanción quien vulnere normativas como la
de navegar a menos de 200 metros de la costa o como acampar
o ensuciar indebidamente alguna de estas playas.
Se proponen duplicar las sanciones en cuantía, no para sacar
más dinero, eso es cierto, sino para evitar que haya quien
destroce por destrozar sin sufrir una sanción que le pese de
su bolsillo. Además se proponen establecer nuevos supuestos
infractores.
Toda esta serie de reformas que se han tenido que realizar,
por cuanto, se hace intolerable el que se estén llevando
docenas de mascotas a las playas, cuando está rigurosamente
prohibido hacerlo, en todos los arenales. Y más nefasto es,
todavía, que se introduzcan ciertos tipos de vehículos, de
esos de moda, en esos arenales, con las molestias y los
deterioros que acarrean.
Más de una docena de denuncias se han dado de bañistas con
su perro, que han hecho, además, uso de los servicios de las
duchas. Sencillamente, insoportable.
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