La Confederación de Organizaciones que trabaja en favor de
las personas con discapacidad intelectual lleva dos años
fabricando artesanalmente el salazón de pescados y
distribuyéndolo de forma primaria. Mediante la
intermediación de Los Verdes, Elevaciones Hacho ha
financiado las gestiones para obtener el código de barras.
Después de conversaciones que el gerente de la asociación,
Alberto Galet, tuvo la semana pasada el producto podrá
venderse en Eroski a partir de la siguiente.
Los últimos descubrimientos realizados en el yacimiento
conocido como la puerta Califal estrechan la relación
histórica de la ciudad con el salazón de pescado. Después de
un tiempo en el que la industria ha decaído
considerablemente está surgiendo un pequeño proyecto de la
asociación FEAPS, que se centra en la promoción del trabajo
para personas con discapacidad síquica, para distribuir el
pescado por varios centros comerciales: “Nosotros no
queremos montar una gran industria porque nuestros objetivos
no son esos, pero sí que queremos extender los trabajos del
salazón a todo el año y aumentar la nómina de trabajadores”,
explicó el gerente de la Confederación Española de
organizaciones en favor de personas con discapacidad
intelectual, Alberto Galet.
El pasado 4 de julio los responsables de Los Verdes-Grupo
Verde, Juan Redondo y Jesús Gordillo, anunciaron a FEAPS la
disponibilidad de la financiación de Elevaciones Hacho para
cubrir los 700 euros que suponen las gestiones para
conseguir el código de barras. Esta semana ya se encuentra
en la imprenta y a partir de la siguiente podrá venderse en
los centros comerciales: “Hemos tenido conversaciones con
varios supermercados y a partir de que tengamos el código de
barras podremos vender en Eroski y quizás en un futuro en
Supersol”, dijo Galet. FEAPS no es una asociación con ánimo
de lucro con lo que cualquier beneficio económico podría
destinarse a la contratación o a la mejora y ampliación de
las instalaciones, además de a otras iniciativas en favor de
los discapacitados que realiza la organización.
El pequeño Taller Artesanal de Salazón de Pescado produce
una 25 piezas de bonito al día con el que se puede fabrica
50 bolsas. El pescado tratado procede de Marruecos debido al
cierre de la almadraba .El producto quiere comercializarse
como un delicatesen y con esta producción pequeña no quiere
extenderse a más centros comerciales.
“Creo que esto puede ser un embrión de una industria mayor,
nosotros creemos en esto porque yo mismo lo he vendido y sé
de primera mano la demanda que tiene en la Península”,
expuso el coordinador de Los Verdes-Grupo Verde, Juan
Redondo. El responsable del grupo ecologista aseguró que
“hay muchos empresarios que han mostrado un interés bastante
significativo, cuando se vea cómo puede funcionar esto el
sector privado entrará”. Otra de las posibilidades que abre
el salazón es la revitalización del puerto pesquero y la
intervención de la industria conservera.
El presidente de la Casa de Ceuta en Barcelona, Rafael
Corral, se ha mostrado muy interesado en el proyecto de
FEAPS para hacer catas en la asociación de un producto
típico de Ceuta.
|