Las fiestas patronales de nuestra
tierra, como todas las fiestas que se precien, se inician
con la elección de las reinas de las fiestas en sus tres
categorías.
Y así, como está mandado, iniciamos nosotros nuestra fiestas
patronales, con un acto en el auditorio del recinto ferial,
donde nuestras reinas de las fiestas fueron coronadas.
Tengo que decir y digo, que me lleve una gran sorpresa, no
por la elección de las chicas, todas guapísimas, porque el
jurado era el que tenía que elegir y, precisamente, yo no
formaba parte del jurado. Con lo cual, carezco de
responsabilidad alguna y, por descontado, que acepto y acato
la decisión del jurado, que eligió a las que ellos
consideraban mejores.
La sorpresa me la lleve, al escuchar hablar al que hacía de
presentador del evento y cuya voz no me era conocida, pues
no se parecía a ninguna de las los compañeros que
habitualmente presentan estos actos.
La curiosidad me llevó a asomarme a la ventana de la cocina,
desde donde domino todo el recinto ferial y reconocí a
Bravo, un profesional de la música, al que algunas veces
había visto y escuchado cantar con la orquesta de Canal Sur.
Por cierto que, Bravo, canta bastante bien. Las cosas como
son.
Ahora lo de ser presentador le viene grande. De eso no tiene
ni idea, Y así lo reconoció él mismo cuando dijo, con toda
claridad, para que no hubiese errores posibles, que no era
presentador, pero que hacía de ello porque se lo habían
pedido.
Me imagino, que no es mucho imaginar, que quienes le habían
pedido, realizar ese trabajo que no era el suyo, habría sido
la consejería de festejos o en su caso quienes llevan el
asunto de festejos.
Entiendo y comprendo, que si se quiere dar al acto más
realce, se contrate una atracción par actuar al final del
mismo pero no entenderé jamás, que habiendo buenos
profesionales en nuestra tierra, se traiga a un cantante
para que haga de algo que no sabe –lo dijo él mismo – y no
se le proponga a ningún o de los buenos profesionales que
hay por estos lares porque, un espectáculo de esa categoría,
lo hace cualquiera de los profesionales ceutíes, con la
punta del pie. ¿Qué está pasando, para qué no se cuente con
la gente válida de esta tierra nuestra?.
Esa es la pregunta qué me hago, a no ser que ninguno de
ellos haya querido realizar este acto, cosa que dudo mucho.
No creo que ningún profesional se niegue, a no ser por una
cusa mayor que desconocemos, a presentar un evento de esta
categoría, y mucho menos, cuando se trata de trabajar para
nuestra tierra.
Alguien se ha equivocado, quién o quiénes, ellos lo sabrán a
igual que sabrán los motivos que les han llevado a tomar esa
decisión. Y me molesta que la decisión se haya tomado en
festejo por la amistad que me une no sólo al viceconsejero y
algunos de sus colaboradores.
Por cierto, antes de terminar, para esos listillos de turno
que sé lo que van a pensar, les advierto que hace diez años
me retiré de presentar espectáculos. Vale, colega.
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