Desde el pasado 1 de junio se encuentra activo el sistema de
alerta de prevención de los efectos de las altas
temperaturas sobre la salud y hasta el momento, en Melilla
no ha sido necesario pasar del color verde al amarillo,
naranja o rojo del sistema de alerta puesto que no se ha
sobrepasado la temperatura umbral de alarma fijado en 33
grados. Aún así, la Consejería de Bienestar Social recuerda
las normas a seguir para evitar los peligrosos golpes de
calor. Las indicaciones dadas son importantes para que nadie
sufra algún tipo de incidente debido al sofocante calor que
pueda provocar la meteorología.
Con motivo de la Campaña de Prevención de los efectos de la
ola de calor, Bienestar Social activa nuevamente su Programa
de información dirigido a las personas mayores y aquellas en
situación de dependencia, con objeto de incrementar la
información sobre los efectos negativos del calor en la
salud y difundir recomendaciones para evitarlos.
Para ello se van a facilitar unos dípticos entre la
población mayor con una serie de consejos prácticos,
acompañado de una botella de agua reutilizable de 500
centímetros cúbicos.
Esta campaña se centrará especialmente en el Centro
Asistencial y piso de estancia temporal de mayores. Los
dípticos también se repartirán entre los distintos centros
dependientes de la Consejería.
Recomendaciones
Desde la Consejería de Bienestar Social se recuerda que la
exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas
de salud como calambres, deshidratación, insolación y golpe
de calor, entre otras, siendo las personas mayores y los
niños muy pequeños los más sensibles a estos cambios de
temperatura.
Asimismo, se aconseja adoptar medidas paliativas a aquellos
ciudadanos que tengan enfermedades cardiovasculares,
respiratorias y mentales(demencia, parkinson), padecimientos
crónicos, obesidad excesiva; enfermos que tomen diuréticos,
neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes; personas
con trastornos de la memoria, dificultades de comprensión o
de orientación o poca autonomía en la vida cotidiana;
también con dificultades en la adaptación al calor o
aquellos con enfermedades agudas durante los episodios de
temperaturas excesivas; o aquellos que consuman alcohol y
otras drogas. Las recomendaciones de la Ciudad Autónoma se
extienden también a aquellas personas que viven solar, a los
hogares sin climatización o difícil de refrigerar o a los
ciudadanos que por motivos laborales, deportivos o de ocio
mantengan una exposición excesiva al calor.
Los consejos a seguir son fáciles. Beber abundante líquido,
sin esperar a tener sed y vigilar que niños y ancianos
también lo hagan. Evitar el consumo de alcohol. Tomar frutas
y verduras a diario. Evitar las comidas copiosas. Protegerse
de la exposición directa al sol, particularmente de 12 a 16
horas. No realizar esfuerzos físicos a estas horas. Usar
ropas frescas, holgadas y de colores claros. Permanecer el
mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o
climatizados. Refrescarse con frecuencia. No dejar nunca a
nadie dentro de vehículos cerrados, especialmente al
mediodía. Cuidar especialmente de lactantes, personas
mayores o enfermas. No automedicarse. Ante cualquier duda
sobre su estado de salud, consultar de inmediato a su médico
de familia.
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