Ahora que todas las
administraciones parecen haberse puesto decididamente en la
tarea de hacer del litoral y el Patrimonio Natural de la
ciudad autónoma uno de sus valores a proteger y promocionar
la campaña informativa que ayer relanzó la Consejería de
Medio Ambiente sobre el respeto a la Ordenanza de Playas
parece más oportuna que nunca. “Mantener la playa limpia es
una tarea de todos”, señala una y otra vez el díptico
repartido en La Ribera, que también se hará llegar durante
los próximos días a los bañistas que frecuentan el resto de
arenales locales. Y no sólo mantenerla limpia. También
velar, dentro de las capacidades de cada uno, por su
seguridad, es tarea de todos. Y cuidar de sus servicios
públicos y el resto de mobiliario. Y dar parte de cuantas
irregularidades se adviertan por el perjuicio que puedan
causar al resto de usuarios de las mismas. Según informó
ayer la consejera del área, Yolanda Bel, la Policía Local se
ha encontrado hasta ahora con los apartados relativos a
llevar mascotas a las playas como que más habitualmente se
quebrantan. Cualquiera puede llegar a entender que al dueño
de un perro no le parezca lo mejor dejar a su animal
encerrado en casa padeciendo los rigores del calor estival
que sufrimos, pero aún es más fácil de comprender que
difícilmente le apetecerá al resto de bañistas encontrarse
con ‘sorpresas’ en forma de heces o con molestias causadas
por los animales. Como en nuestro sistema social nuestra
libertad termina donde empieza la de los demás hace bien la
Consejería en ponerse seria con este asunto, sobre todos si
la Ciudad realmente desea hacer de sus playas un atractivo
no sólo para el ocio y disfrute veraniego de sus vecinos,
sino también para los turistas que se acerquen o piensen
hacerlo a Ceuta estos meses. Sobre todo porque, en este
caso, la información sobre la Ordenanza en cuestión está
colocada desde hace tiempo y es perfectamente visible.
Desconocer la ley no exime de cumplirla, pero ni siquiera
esa excusa puede utilizarse con este tema.
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