La Consejería de Medio Ambiente es como Tráfico. Ambas dicen
que no les mueve el ánimo recaudatorio, sino fines más
elevados, pero las dos afilan sus instrumentos para hacer
pagar al culpable por infracciones. La responsable del área,
Yolanda Bel, lo dejó ayer muy claro. Se sancionará con la
Ordenanza Municipal de Playas en la mano a quien la vulnere
y, en cuanto se pueda, se duplicará la cuantía de las
sanciones.
La Consejería de Medio Ambiente hará caer todo el peso de la
Ordenanza Municipal de Uso y Aprovechamiento de Playas que
fue aprobada por el Pleno de la Asamblea el 17 de Mayo de
2002, texto en el que se prevén sanciones de hasta 150 euros
para quien cometa infracciones leves a su normativa (como
llevar un reproductor de música con demasiado volumen); de
entre 150 y 450 para el que incurra en graves (como pescar
en zonas no autorizadas, introducir vehículos en los
arenales o acudir a ellos acompañado de animales) y de hasta
900 euros para el que la vulnere de forma muy grave
(navegando a menos de 200 metros de la costa, acampando o
ensuciando las playas). Además, en cuanto pueda, si es
posible llevará una nueva propuesta de redacción a Pleno,
antes de que termine el verano para, como mínimo, duplicar
la cuantía de las multas e introducir nuevos supuestos
infractores.
Así lo anunció a los medios de comunicación ayer la
consejera del área, Yolanda Bel, después de advertir durante
las primeras semanas del verano un aumento del número de
denuncias trasladadas a su departamento desde la Consejería
de Gobernación por la infracción de diferentes artículos de
la Ordenanza en cuestión, especialmente relacionados con
llevar mascotas (perros) a las playas, algo rigurosamente
prohibido en todos los arenales, o con introducir en los
mismos cualquier tipo de vehículo.
El caso que colmó el vaso fue el de un bañista que, no
contento con ir a tomar el sol al Chorrillo con su perro,
compartió con el animal baño y ducha posterior. Servicio
completo que le podría costarle al propietario del animal
hasta 450 euros, la cuantía máxima prevista hasta ahora para
el supuesto infractor de mayor cuantía por faltas graves. No
ha sido el único, ya que Bel calcula que ya se han tramitado
una decena similares, y la Consejería no está dispuesta a
perdonar ni un euro.
“Creemos que es fundamental informar al ciudadano para que
pueda colaborar con nosotros en el cumplimiento de las
ordenanzas municipales”, señaló Bel, quien lamentó la
recepción de “numerosas denuncias” desde la Policía Local
por este motivo, aunque dejó claro que su ánimo es que se
siga levantando acta de las infracciones y procediendo con
las correspondientes sanciones “como no puede ser de otra
manera”.
Advertidos, Bel y Celinia de Miguel optaron ayer por
reforzar su campaña informativa para concienciar a los
ciudadanos de sus deberes entregando, de paso, unos regalos
(bolsas y manguitos flotadores para los niños) al objeto de
“motivarles”.
La Consejería tiene programada una ronda de visitas a las
playas que arrancó la semana pasada en la zona centro y que
se prolongará por el resto del litoral ceutí, donde además
se ha incrementado el control y, por ende, las infracciones
detectadas. “El mayor número de denuncias está ligado a
bajar con animales de compañía a las playas y a ensuciar los
arenales”, explicó la consejera, decidida primero a “evitar”
que se incurra en violaciones de la normativa por
desconocimiento y a “sancionar” a quienes sigan
infringiéndolas.
Hasta ahora la cuantía de las sanciones por violar la
Ordenanza de Playas oscila entre un mínimo de 150 euros para
las leves y un máximo de 900 para las muy graves, montantes
que a Bel le parecen “muy bajos”, por lo que la Ciudad ha
iniciado una reforma de la normativa medioambiental que,
previsiblemente, conducirá a multiplicar por dos las multas
previstas en este texto normativo municipal.
|