Bien sé que mi viejo amigo hubiera escogido el término
“historiador” y, si se tercia, decano de los historiadores
marroquíes, pues Benazuz se enorgullece reconociéndose hijo
espiritual de un “maestro” por antonomasia, el profesor Asín
Palacios. Además el Doctor Hakim alcanzó, como marroquí, el
más alto cargo en la administración civil del Protectorado.
Yo, que tanto he aprendido a su lado compartiendo en gran
medida análisis e hipótesis de trabajo con alguna
discrepancia, he preferido el titular escogido pues, nobleza
obliga, Benazuz ha sido estos años un verdadero maestro para
mí.
Todavía hace unos días hablamos de la apasionada historia
compartida entre nuestros dos países, saliendo una vez más a
relucir el sensible y controvertido tema de Ceuta y Melilla,
pudiera ser que nuestra gran diferencia. El Doctor Hakim
aprovechó para matizarme, sin enconos, su tesis conciliadora
sobre ambas ciudades: “Se trata de buscar una solución
satisfactoria para todos y en la que ninguno pierda, un
arreglo definitivo”.
|