Uno de los proyectos en los que Ceuta está a la cabeza en el
territorio nacional es en el desarrollo de una Carta
Arqueológica Subacuática. Una iniciativa de estas
características sólo ha tomado cuerpo en Cataluña; en
Andalucía y en Valencia se encuentran todavía en desarrollo.
En la región andaluza desde hace más de diez años: “En
general, las cartas arqueológicas, y más concretamente ésta,
tienen como objetivo proteger el patrimonio sumergido, ya
que no se puede cuidar los yacimientos sin tener datos
científicos con los que poder delimitar zonas arqueológicas,
es decir, no se puede proteger lo que se desconoce o no se
sabe”, explicó el arqueólogo Javier Noriega de Nerea, la
empresa malagueña encargada de la creación de la Carta
Arqueológica Subacuática.
Con la información conseguida en este proyecto se pueden
elaborar zonas de protección que sirvan de base para
realizar los informes de impacto ambiental en construcciones
como dragados de puertos o en la regeneración de playas. Las
obras marítimas que se hacen en España sin ningún tipo de
control son el principal peligro y causa de la destrucción
del patrimonio sumergido.
La otra razón fundamental para elaborar un mapa con los
yacimientos arquológicos submarinos es evitar el expolio
incontrolado. El diseño de unos polígonos y áreas de
protección jurídica que podrán definirse en base a la carta
a través de los servicios jurídicos de la Administración
podrán permitir la intervención y la protección por parte
del Servicio Marítimo y de los Grupos de Actividades
Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. Ya se se sabe de la
presencia de este tipo de barcos cazatesoros en las aguas
del Estrecho, como fue el caso del Marine Odissey Explorer
La investigación submarina
El inicio de los trabajos, que tuvieron lugar durante el mes
de octubre, empezó en torno a 24 puntos de interés
localizados en las áreas potencialmente arqueológicas de la
Carta de Riesgo que entregó la Consejería de Cultura. “Al
principio te encuentras con mucho mito y mucho rumor pero
hay que hacer una labor bibliográfica muy abundante para
empezar con las prospecciones y detallar los hallazgos” Así
que la primera tarea era verificar y confirmar los
contenidos de la Carta de Riego mediante una labor
biliográfica que se extendió durante el otoño. Nerea tiene
amplios contactos en el mundo archivístico y sus
investigaciones han llegado hasta lugares como Londres.
El trabajo de campo en sí comenzó a principios de diciembre
y se extendieron durante siete meses de duración. El equipo
contó con doce personas: seis haciendo labores de buzo y
seis más a bordo del barco.
Entrega de la memoria
La carta se encuentra terminada “prácticamente al 95 por
ciento” y sólo quedan dos días de prospecciones geofísicas
que se llevarán a cabo a mitad de agosto: “Las condiciones
de Levante nos impidieron terminar antes, y queríamos tener
garantías de buen tiempo porque cada día de geofísica supone
un gasto de unos 3.000 euros”. La empresa malagueña entregó
una memoria de los resultados obtenidos a principios de
junio que detallan los trabajos realizados hasta ahora. La
Consejería de Cultura dará los resultados de los hallazgos
una vez que Nerea les transmita toda la información.
La situación geográfica de la ciudad, anclada entre el Mar
Mediterráneo y el Océano Atlántico y cuna de muchos de los
pueblos más versados en el mar dan como resultado un fondo
muy interesante desde el punto de vista patrimonial: “Creo
que deberíamos pedir una protección integral del litoral
porque es una zona muy rica” indicó Noriega.
Los descubrimientos realizados en la exploración son “muy
interesantes y dan pie a futuros trabajos para seguir
investigando en los hallazgos que hemos encontrado”. Uno de
las posibilidades que abre un estudio de estas
características es conseguir avanzar en el descubrimiento
científico de las civilizaciones antiguas: “Hay que tener en
cuenta que un pecio es la representación tecnológica más
innovadora de cualquier periodo histórico, por lo que las
técnicas de construcción naval y las mejoras tecnológicas
aplicadas a los navíos, sobre todo militares, eran el
secreto mejor guardado”. Esta investigación inicial ha
consistido sólo en la localización de los barcos, aunque se
ha conseguido dar nombre a varios de ellos. Lo hallazgos
encontrados abarcan diversas épocas de la historia ceutí,
barcos hundidos griegos, romanos y las matodónticas
embarcaciones utilizadas en el transporte de mercancía a
América durante la etapa colonial española. Algunos de los
barcos aún conservan piezas de oro y plata. Uno de los
registros ya documentados por Juan Bravo, un ceutí
apasionado en el patrimonio local, fueron los navíos de
guerra franceses L´Assure y Le Sage que en 1692 naufragaron
en los islotes de Santa Catalina.
Nerea ha contado con la colaboración de muchas entidades y
personas de la ciudad que individualmente han colaborado en
el proyecto: “Nos hemos sorprendido con las propias
condiciones de la ciudad y con el entusiasmo de la gente de
allí”. En particular han encontrado un apoyo fundamental en
la figura de Juan Bravo, “un hombre que ha luchado durante
muchísimos años por la conservación del patrimonio
arqueológico de Ceuta”. Todos los que han ayudado de alguna
forma en el proyecto han sido mencionado en la memoria que
Nerea entregó a la Consejería en junio.
La elaboración de la Carta Aqueológica Subacuática se ha
encontrado con las dificultades lógicas al trabajar en un
medio hostil como es el agua. Sin embargo los impedimentos
se han acrecentado con las particularidades del litoral
ceutí. En primer lugar las condiciones de fuertes mareas y
corrientes extreman el peligro de los trabajos submarinos y
limitaba el tiempo en el que los buzos podían hacer una
inmersión. En segundo lugar mucho de los pecios encontrados
se hallaban a una gran profundidad: “Hemos querido hacer un
trabajo muy exhaustivo y algunas veces hemos llegado a bajar
a más de 50 metros de profundidad”. Hace poco tiempo, en
unos trabajos similares en Málaga murió uno de los buzos que
investigaban para la elaboración de la carta arqueológica de
la ciudad.
La consejera de Educación y Cultura, Mabel Deu, anunció el
proyecto de construir un museo centrado en el patrimonio
subacuático de la ciudad: “Es una iniciativa que uniría los
hallazgos que se han realizado con las investigaciones de la
carta arqueológica y los contenidos que ya tenemos en otros
museos de la ciudad y que haríamos antes del final de esta
legislatura”.
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La creación de una parque subacuático podrá sondearse con el
Plan de Desestacionalización Turístico
El nuevo Plan de
Desestacionalización Turístico (el nuevo nombre dado por el
Gobierno central a los viejos planes de dinamización)
contempla centrarse en la promoción del deporte náutico como
uno de las formas de conseguir un turismo de calidad en
Ceuta. “Esto abre la posibilidad de sondear en el proyecto
de crear un parque subacuático en la ciudad” dijo el
responsable del Área de Turismo, Guillermo Martínez. El Club
de Buceo Kraken ya puso sobre la mesa del consejero un
proyecto localizado frente a la playa de San Amaro por las
condiciones que presenta su fondo marino. Esta iniciativa
abarcaba un arrecife natural, el de Los Chiclones, y otro
articifial creado mediante el hundimiento del barco militar
Santa Teresa. El Club Kraken pretendía unir ambos arrecifes
mediante el hundimiento de dos buques más y de varias piezas
prediseñadas que pudieran fijar el arrecife. Además se
contemplaba clavar en la arena réplicas de ánforas romanas
que sirviesen de hábitat para la vida marina. Los técnicos
de turismo se encuentran actualmente redactando el Plan de
Desestacionalización Turístico.
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