Llegan tiempos de complicada
crisis. El vicepresidente económico vaticina aún largo
periodo de caída de la economía. Es más, estaremos más,
según Solbes durante todo el año 2009 para empezar a
remontar el vuelo allá en 2010, “tiempo en el que comenzará
a verse la luz después de atravesar el túnel”, dijo
recientemente el ministro de finanzas de nuestro país.
Ante la situación que se prevé, de recesión y de crisis, no
es malo sujetar las cuentas. Queda claro que hay que empezar
por las de casa. En este nivel siempre deberán ser más
cautelosos los que dependen del sueldo para llegar o mal
llegar a fin de mes. Los más ‘saneados’ aguardarán sus
oportunidades a la caza de las ‘gangas’ que siempre suceden
en tiempos como éstos, y los que no tienen empleo serán los
que más penurias soporten y ahí será donde deban estar las
administraciones.
Pero siempre es mejor que también las instituciones se miren
hacia adentro y compartan la preocupación siendo las
primeras en dar ejemplo de austeridad. El Gobierno
autonómico presentó ayer su Plan de Austeridad y Contención
del gasto con el que pretenden atravesar esta crisis tan mal
avenida que se nos presenta y que se nos está echando
encima.
Cada Consejería creará un órgano de control para el consumo
denominado corriente. Además la Consejería de Hacienda
editará un programa de medidas diarias de austeridad que
difundirá entre el amplio personal de la Ciudad Autónoma.
Hay que apretarse el cinturón.
Reducir el gasto telefónico es un comienzo; no es malo
evitar el abuso de papel [mal asunto para las papelerías],
reducir el consumo de energía eléctrica es prácticamente una
de las medidas del ‘abc’ planteado, así como la reducción
del consumo de agua y del material consumible de oficina.
Pero además también se toca el bolsillo de los altos cargos,
personal eventual y directivo de las sociedades municipales.
Empezar por la propia casa, da suficiente fuerza
ejemplarizante como para poder pedir lo mismo a quienes
pueden colaborar en la travesía de este desierto.
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