El camino no está todavía hecho,
aún queda mucho por recorrer, pero al menos parece que Ceuta
y Melilla llevan alforjas necesarias como para superar con
relativa facilidad el enigma que supone el nuevo modelo de
financiación territorial.
Y llevan las alforjas que, al menos, le han llenado por un
lado el Gobierno de la Nación en manos del PSOE tras las
previsiones o propuestas del Ejecutivo de Zapatero hacia lo
que ellos plantean como escenario de partida para la
negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, y
por otro, con la que le han completado desde la Dirección
Nacional del Partido Popular tras la reunión celebrada en
San Millán de la Cogolla donde ha quedado expresamente
reflejada en su declaración sobre este tenor que se ha
preentado en 10 puntos claros.
Pues bien, específicamente, en su artículo décimo, el
Partido Popular se posiciona de la siguiente manera:
“Dada la especial naturaleza de las Ciudades Autónomas de
Ceuta y Melilla - su situación de extra-peninsularidad, de
ser frontera terrestre de la U.E., la escasez de recursos en
territorio propio, la reducida superficie y la elevada
densidad de población - el modelo de financiación deberá
contemplar el incremento de costes de prestación que ello
supone, con un tratamiento específico y adecuado”. Así lo
propuso el partido regional ceutí y así se ha recogido
expreamente. Pero también así se solicitó desde la Ciudad
Autónoma ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera en
escrito enviado al vicepresidente económico del Gobierno,
Pedro Solbes y, de algún modo, se prevén las singularidades
de las ciudades de Ceuta y Melilla. En concreto, el
Ejecutivo de la Nación plantea que cualquier acuerdo al que
se llegue debe contemplar las especiales singularidades de
las dos ciudades autónomas.
A priori parece claro que tanto PSOE como PP están de
acuerdo en lo básico. Ahora es menester que los presidentes
autonómicos lo refrenden en el foro de la verdad, o sea, en
el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
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