Una mañana tremendamente calurosa que dan ganas, mas que
nada, de meterse en el mar y disfrutar del frescor de las
profundidades marinas mientras se observa la rala fauna y, a
través de unas redes, una serie de animalitos con muchos
tentáculos y que todos conocemos como medusas.
No tengo tiempo para ello, he de entrevistar a una mujer. Se
lo había prometido. Es una mujer guapa, joven que aparenta
de unos 20 a 25 años aunque pudieran ser menos o mas. Uno no
está para hacer elucubraciones mentales de la edad de las
mujeres. Aquí fallan las matemáticas claramente.
Egle Püvi, natural de la ciudad Tartu, Estonia, es una mujer
dedicada exclusivamente a cuanto atañe al mundo de las
personas minusválidas, sobremanera de las personas sordas.
Está en Ceuta, invitada expresamente por el asesor para
alumnos sordos del Colegio Juan Carlos I, Joaquín Pinedo,
burgalés que se siente ceutí y que lleva un año residiendo
en la ciudad.
Egle Püvi es intérprete profesional de lengua de signos en
su país además de ser una cualificada profesora de educación
especial. Tiene la suerte de ser ahijada de la presidenta de
la Federación de Estonia, Riina Kuusk, gran amiga mía desde
hace tiempo y ello ha dado ocasión de que se abriera sin
tapujos ante mis preguntas.
Habla el castellano perfectamente aunque con ese deje
gutural propio de los eslavos y sus respuestas son claras y
amenas.
Pregunta.- ¿Cuál es el motivo de tu visita a Ceuta?
Respuesta: Recibí una invitación de Joaquín Pinedo, asesor
para alumnos sordos del Colegio Juan Carlos I de Ceuta, para
que comprobara la situación de los sordos ceutíes porque
vengo estudiando una tesis para desarrollarla en mi país.
P: Iremos por partes, una dedicada a tu impresión de la
ciudad y la otra adentrándonos en la esencia misma de tu
trabajo… ¿Qué te ha parecido Ceuta?
R: Realmente me ha sorprendido la existencia de ésta
bellísima ciudad. En Estonia se desconoce la existencia de
ciudades españolas en el Norte de África. Se nota que es una
ciudad excepcional, sus edificios, calles y gentes
demuestran claramente la existencia de distintas culturas y
religiones convergentes en la convivencia.
P: ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención?
R: La limpieza de sus calles en comparación con otras
ciudades que he visitado; los cuidados jardines y la gran
cantidad de áreas verdes que tiene.
P: ¿Qué te parecen los caballas?
R: ¿Caballas?, ¡ah!, sí, los ceutíes. Verdaderamente poco
puedo decir dada la corta estancia que llevo (llegó el
lunes) en la ciudad; pero he comprobado que los que atienden
los bares y los restaurantes son muy amables y considerados.
P: ¿Qué tal la comida ceutí?
R: Muy rica, en pocos sitios he saboreado los frutos del mar
como aquí. Son muy buenas las comidas de los restaurantes
ceutíes.
P: Aquí dejaremos tus impresiones sobre la ciudad y
entraremos en lo que en realidad corresponde a tu visita
¿Qué impresión saca de tu encuentro con los sordos ceutíes?
Es que como llevo poco tiempo aquí y sólo nos hemos reunido
una vez, además con sordos de distintas procedencias,
solamente puedo decir que los sordos adultos de ésta ciudad
están muy dispersos, cerrados y faltos de información y que
todo se puede resolver a través de la Asociación ceutí que
habéis puesto en marcha. Es primordial que sean los propios
sordos los que resuelvan los problemas que les atañen y nada
mejor que a través de una entidad que los represente y con
la que puedan demostrar que son personas válidas.
P: En eso estoy completamente de acuerdo… ¿Cómo son en
Estonia, tu país?
En todas las ciudades importantes, en todas las regiones
existen asociaciones de personas sordas que luchan por la
reivindicación de sus derechos primordiales y la igualdad de
oportunidades.
P: El Gobierno estonio… ¿Ayuda mucho a las personas sordas?
R: Debes tener en cuenta que nosotros hemos conseguido la
“independencia” de la antigua URSS, se puede decir,
recientemente y por ello aún no tenemos todas las
infraestructuras necesarias para desarrollar todos los
derechos de las personas. Aclaro que los intérpretes de
lengua de signos ya existían desde antes y todos pagados por
el Gobierno estonio. Los ciudadanos que precisen nuestros
servicios no abonan absolutamente nada.
P: ¿Encuentra diferencias con los organismos para sordos
españoles?
R: Sí, mucha diferencia y por ello me choca que en ésta
ciudad no exista, hasta ahora, una asociación ni
infraestructura pública local que vele por ellos, no me
refiero a las entidades formadas por los padres ya que ahí
los sordos no tienen ni voz ni voto y por tanto las
decisiones que se toman son realizadas por los padres, que
ha veces desconocen el camino a seguir para el futuro de sus
hijos. Una enorme contradicción si sé que en las demás
ciudades españolas, todas y cada una de ellas, disponen de
asociaciones. La diferencia entre los letones y los
españoles, hablando de las personas sordas, está en que aquí
el Gobierno de la Nación y de las Comunidades ayudan mucho a
los sordos con subvenciones para todo tipo de solicitudes,
tanto para dotarlos de un local social, como para la
fomentación de la cultura, de la educación de adultos, de
centros de formación profesional. He quedado impresionada y
eso es una experiencia que pienso llevarla a mi país. Lo que
me choca, de verdad, es encontrar con que ésta ciudad no
tiene nada que sí tienen las demás.
P: ¿Qué diferencia encuentra entre el sordo estonio y el
español?
R: Salvo el idioma hablado, el lenguaje mímico, aunque es
diferente, no presenta ninguna dificultad para que dos
personas de distinta nacionalidad pueda mantener una
conversación que una persona normal, desconocedora de la
respectiva lengua, no lo puede conseguir. Otra cosa es
cuando se trata de una relación sordo-oyente. Entonces es
necesaria la presencia del intérprete de lengua de signos.
En ambos países es el mismo problema, idéntico en cuanto a
barreras de comunicación y las reivindicaciones son también
las mismas.
P: Sobre educación, ¿tienes algo que decir?
R: En Estonia existen dos únicos colegios dedicados a las
personas minusválidas sensoriales. Uno está íntegramente
dedicado a la enseñanza oral y el otro es bimodal, o sea
mitad oral y mitad lenguaje de signos.
P: ¿Puedes aclarar la diferencia en esas dos formas de
educación y sus consecuencias?
R: Sí. Como persona oyente dedicada a la enseñanza me he
dado cuenta que el sistema oral, si bien beneficia al sordo
para que hable como Vd. o como yo, lo perjudica claramente
en su formación educacional y cuando llega a la formación
profesional, única meta para los sordos en mi país,
encuentran tremendas dificultades para asimilar las
lecciones técnicas al desconocer el significado de las
palabras y de las frases, mientras que los educados por el
sistema de lenguaje de signos, a la hora de la verdad, no
tiene dificultades de comunicación, gracias a los
intérpretes y profesores conocedores del lenguaje de signos,
porque han aprendido lo que todos los niños estonios
aprenden.
P: Según tu punto de vista y merced a tus contactos con
Joaquín Pinedo… ¿Qué te parece la educación local de los
sordos?
Bien, veo muy positivo que los niños sordos tengan
profesores también sordos porque se establece un vínculo de
confianza demostrada en que el profesor conoce perfectamente
lo que el niño sordo espera de él. No digo que los maestros
no sordos no sean válidos, pero para el niño no es lo mismo,
ya que el profesor sordo sabe como es precisamente porque es
sordo.
P: ¿Qué futuro ves, desde tu posición como persona oyente,
el futuro del colectivo de minusválidos sensoriales?
Erradicar definitivamente la extrañeza de la gente al ver
gesticular a dos sordos, es una forma de comunicación
perfectamente normal, no es extraterrestre y ello implica
que tengamos que “educar” a las personas normales para que
vean a los sordos y sordas como ellas mismas se ven. Así
ocurre, al menos en mi país, que la gente se asusta de ello.
Lamentablemente los médicos juegan un papel ante los padres
primerizos que se encuentran de golpe con un bebé totalmente
desconocido para ellos y ahí entran los médicos con
supuestas experiencias de cómo conducir la vida del bebé
sordo.
Aquí tiene un papel importante una asociación de sordos,
disponen de tres vías perfectamente comprobadas de cómo
conducir los problemas que plantean cotidianamente la
vivencia de una persona sorda, muchas veces conseguida
gracias a las experiencias de otros sordos: la primera como
consejera de padres y madres de niños sordos acerca de las
posibilidades de su retoño; la segunda mantener debidamente
informado a todo el mundo de los resultados que se obtienen
a través de diversos estudios y la tercera, ser vínculo de
unión entre todos abriendo puertas para la integración
completa de la persona minusválida sensorial en la sociedad
contemporánea manteniendo actividades culturales, deportivas
y sociales.
P: Unas últimas palabras…
R: Que deseo que los padres de niños sordos no se
avergüencen de la minusvalía de su hijo, que se introduzcan
en el mundo de ellos y descubrirán cosas interesantes que
pierdan el miedo definitivamente sobre el futuro de sus
hijos.
Hasta aquí dejamos a la encantadora y siempre risueña Egle
Püvi, agradeciéndole su tiempo dedicado a “El Pueblo de
Ceuta” y con los deseos de que disfrute de nuestra ciudad,
con sus playas, paseos y… sobretodo con sus restaurantes y
bares. Asimismo agradecemos la colaboración prestada
desinteresadamente por Joaquín Pinedo, burgalés que se
siente ceutí.
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