La publicidad es determinante para
logra el triunfo en cualquier orden de la vida, incluida la
política. Una buena campaña publicitaria es capaz de
venderle a usted una moto sin motor, y hacer político a
alguien que no tiene ni… idea de política.
En esto de los políticos que no tienen ni… idea de política,
aunque algunos de ustedes lo puedan dudar, como las meigas
haberlos haylos y más de los que nos podamos creer. Para
comprobarlo, sólo tienen que mirar a su alrededor, verlos,
hacer una pequeña valoración de algunos de ellos y, después,
dedicarse a pensar unos simples segundos para llegar a la
conclusión que son productos de una buena publicidad,
careciendo del más mínimo de los meritos para ocupar los
puestos que ocupan.
Naturalmente que la publicidad, para que sea efectiva, tiene
que hacerla un profesional de la misma o al menos alguien a
quien se le ha enseñado, durante algunos años, los caminos
para llevarse al huerto al personal.
Por ejemplo, no soy publicita, pero para dar una pista,
usted reparte par de mantas, cuatro botes de leche y un
chupa – chup, a las personas que sabe van a contárselo a
todos los que encuentren, que el boca a boca es la mejor de
las publicidades, tendrá en ellos a las mejores personas
para hacerles la propaganda.
Ya se sabe que en to pueblo, que se precie de serlo, hay
determinadas personas, muy conocidas por sus vecinos, que
cuentan la feria tal y como a ellas les va. Y, de esa forma,
en bocas de esas personas, usted habrá dado cientos de
mantas a los necesitados, unos dos mil botes de leche y
ciento de miles de chupa – chup. O sea, con claridad
meridiana, usted es el tío más bueno que ha parido madre en
esta tierra. Lo cual, sin discusión alguna, le permitirá
aspirar al cargo para el cual usted ha hecho semejante
publicidad recogiendo, al final de la campaña, sus frutos.
Usted de bueno no ha tenido a, lo largo de su vida, ni cinco
minutos de bondad, pero la ha conseguido gracias a esa
maravillosa publicidad que ha puesto en marcha, sin costarle
ni un sólo euro.
Porque esa es otra cosa, todos estos que han llegado a los
cargos por esa publicidad engañosa, la misma no le ha
costado ni un sólo euro, ya que tanto el par de mantas, como
los botes de leche o el chupa – chup se lo han regalado,
para que los reparta entre los más necesitados.
Lo que pasa, es que siempre pasa lo mismo, esos regalos para
los más necesitados son aprovechados por toda esta fauna,
para hacer creer a los que los reciben, que son cosas cuyo
coste han salido de sus bolsillos y que todos ellos, por
supuesto, jamás dirán la verdad de donde provienen e incluso
dejarán creer que los han pagado de sus bolsillos. Una
mentira más, qué importancia tiene para todos estos
personajillos del tres al cuarto. Ninguna.
Me conozco a más de uno de esos personajillos del tres al
cuarto, que llevando la mentira por bandera, han aprovechado
a ciertas personas, para con el boca a boca, hace correr la
voz de lo buenas personas que son y a las que no se le han
hecho justicia, con todo lo que han hecho por esta tierra.
Esta fauna nunca me engañó, ni nunca me engañaará.
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