El Gobierno de Ceuta sabe que se
encontrará firmemente respaldado por el Partido Popular.
Siempre se ha manifestado así cuando cada verano la
Directiva Nacional de los populares se reúne en la localidad
riojana de San Millán de la Cogolla en la que también
participa una representación de Ceuta encarnada en la figura
del presidente regional ceutí, Pedro Gordillo y el
presidente autonómico, Juan Vivas.
El Partido Popular cree en un modelo territorial, acompañado
de una concreta financiación autonómica que, en aspectos se
muestra divergente a la propuesta del Gobierno. Sin embargo,
hay puntos de coincidencias previas que puede llegar a
servir de seria base como para alcanzar un consenso
necesario que haga emerger a la modernidad un sistema
razonable, equitativo y justo.
Disponer de la misma oportunidad de desarrollar y aportar
los mismos servicios públicos a los ciudadanos no importe en
qué región se encuentren éstos, debe ser la idea primordial
de un Gobierno de la Nación cuya principal tarea y
preocupación debe ser administrar con equilibrio y justicia
los recursos. Las a veces solicitadas demandas por densidad
demográfica cuentan con problemas que, podrán ser distintos,
pero no serán menores que en aquellos territorios en los que
la extensión geográfica sea una peculiaridad también
complicada.
Es difícil convencer a todos, pero debe realizarse un
esfuerzo, sobre todo de solidaridad nacional con los
territorios con mayores hándicaps para un desarrollo al
ritmo de las autonomías que podríamos llamar de primer
nivel.
En cualquier caso, Ceuta y Melilla cuentan con el
beneplácito de PSOE y de PP, lo que para empezar no está
nada mal, en la garantía de que se reconocen sus
‘especificidades’. Ahora son los presidentes autonómicos
[muchos del PP, otros tantos del PSOE, pero algunos otros
nacionalistas] los que deberan acceder a lo que los dos
grandes partidos de la nación salvaguardan de las dos
ciudades autónomas
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