El trile se trata de un juego
callejero que se lleva a cabo en lugares de mucho tránsito
de personas, donde se instala en una mesita portable para su
rápida recogida en caso de necesidad ya que al no ser juego
legal, está perseguido por los servicios policiales pues se
trata de llevar a cabo apuestas fraudulentas que consisten
en adivinar en qué lugar de tres posibles se encuentra una
pieza manipulada, todo ello dirigido por un tahúr (no el
famoso del Mississipí de los tiempos de Alfonso Guerra) que,
como se sabe, es un diestro y fullero jugador,
principalmente en el de naipes, auxiliado normalmente por
dos compinches (“ganchos”) que le hacen el artículo entre
las personas que se encuentren alrededor del pequeño
tinglado instalado al efecto y que son quienes aparentan,
haciéndose los “nuevos”, que en este juego se hace muy fácil
ganar cierta cantidad de euros con tan solo acertar donde se
encuentra la bolita que el trilero ha depositado previamente
y a la vista del jugador, en uno de los tres cubiletes que
también forman parte del juego.
Y hemos traslado este juego a la entrevista celebrada
recientemente por el trilero José Luis Rodríguez Zapatero y
el incauto Mariano Rajoy Brey en la que se han puesto sobre
el tapete tres bolitas: la renovación y modernización de los
estamentos judiciales, la lucha antiterrorista y la
recesión, ¡que no crisis¡, que afecta a nuestra economía. Ni
que decir tiene que dado lo escaso de tiempo de que se
dispone para la realización del juego, no se han colocado
sobre el tapete otras bolitas ni se ha entablado
conversación sobre la minoración del crecimiento del PIB
calculado al 1,6% cuando en plena campaña electoral se
hablaba de un 4 % para el ejercicio de 2008; peor nivel de
la tasa de paro desde el año 2004 que, si Dios no lo
remedia, va a subir con creces al 10 %; el pinchazo (mas que
pinchazo reventón) de la burbuja inmobiliaria; el incremento
desmesurado de las hipotecas; la opinión del 42 % de los
españoles de que nuestra economía será peor dentro de un año
y de que la situación actual es el mayor problema que
encuentran la mayoría de los españoles (según el barómetro
del CIS) por encima del paro, el terrorismo o de la
inmigración.
Pero a Mariano Rajoy, cual incauto aficionado al juego del
trile, no le arredra que en tiempos pre-electorales le hayan
timado el trilero Rodríguez Zapatero ni los compinches (Pepe
Blanco y Pérez Rubalcaba) quienes participan muy activamente
en el juego haciendo ver a la posible clientela la facilidad
y oportunidad que se ofrece a través del mismo para adquirir
fácilmente unas ganancias que podemos traducir en votos
electorales.
Y vuelve de nuevo a la carga no dándose cuenta de que
quienes se llevan la utilidad que resulta de esta partida
con el tahúr, son los compinches o “ganchos” preparados al
efecto y que, dado que la posición del astuto gobernante de
hoy no es la del de hace unos meses (las estadísticas
también recogen la bajada de popularidad y de intención del
voto y el descrédito de los electores hacia la política
gubernamental), se encontrará siempre que elija uno de los
tres cubiletes que “debajo de la lata no está la rata” ya
que la bola se encuentra en uno de los otros dos. Habrá que
decirle a Mariano Rajoy que no es aconsejable caer en la
ludopatía y que en el juego del trile, por mucho que él
apoye su mano sobre el recipiente en el que se acaba de
colocar la correspondiente bolita, que éste está manipulado
y que nunca se encontrará debajo del mismo la bolita que
duplica la cantidad de euros o, en su caso, propuestas que
él pudiera haber ofertado.
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