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El Plan Director de Bienes de
Interés Cultural establecido por la Delegación del Gobierno,
en colaboración con el Centro de Historia y Cultura Militar
bajo la coordinación de la Unidad de Promoción y Desarrollo,
cuenta entre sus acciones la recuperación del mítico
edificio de la Sirena y la adecuación de su entorno para
poner en valor este espacio natural único en la ciudad.
La mítica sirena que cumplió con su cometido en la época
donde las señales marítimas acústicas eran el medio más
efectivo para el aviso a los navegantes, será un edificio
próximamente recuperado para el regocijo de cuántos aman la
naturaleza, los paisajes de Ceuta y del simbolismo de
lugares en esencia especiales con casi un siglo de
antigüedad.
Resulta que ese lugar de la Punta de Almina será uno de los
espacios que, en breve, será tratado para su recuperación.
Las obras de adecuación del entorno de Punta Almina engloba
todo un proyecto de principios medioambientales de cara al
disfrute de la ciudadanía.
Se trata de ganar un conjunto magnífico y natural para la
ciudad que sirva para la formación, el recreo y la
interpretación. Avistar aves, conocer el litoral o
sencillamente disfrutar de la naturaleza en toda su esencia
costera son solo algunos de los futuros usos del lugar que
ahora el área de Fomento de la Delegación del Gobierno se
afana en adecuar.
Será Forja XXI la que colabore en la redacción del proyecto
de los futuros usos de este espacio después de mostrar su
absoluta capacitación para desarrollar y capitanear acciones
que han servido claramente para el beneficio social.
El edificio fue abandonado en 1980. El objetivo de su
recuperación, casi treinta años después, es un estandarte
que porta en exclusiva la Administración General del Estado,
lo que supone un hecho a valorar justamente por lo que de
valor tendrá para la ciudad en general.
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OPINIÓN / EDITORIAL
