Hace unos días escribíamos en esta
misma columna sobre el asunto de las hipotecas, que pudimos
derivar hacia otras partes.
En esta ocasión queremos hacer un recuento de lo que las
amas de casa comentan cada día, especialmente cuando por la
mañana salen de casa dispuestas a traer aquello que más
conviene para el sustento diario, y para otros menesteres de
la propia casa.
No olvidemos que el ama de casa, al menos en las familias
tradicionales, es la mejor administradora, dándole mil
lecciones en como se pueden manejar los fondos al mismísimo
ministro de economía.
Pues bien, el comentario de esa ama de casa, que salió a
comprar, antes de llegar de nuevo a su casa, si se encuentra
con la vecina que viene, también, de la compra, o si se
encuentra en el portal con la mismísima portera, desde hace
mucho tiempo es el mismo:” cada día está más cara la vida”.
No es extraño el comentario, lo que verdaderamente es
extraño es que ella sea capaz de llegar hasta fin de mes con
los ingresos que le subieron en todo el año un 2%, a lo sumo
un 3% si es que se forzó mucho en su gremio, con una huelga,
y que los productos de primera necesidad, de cualquier casa:
pan, leche, verdura, fruta, calzado, vestido..., hayan
subido en torno al 18%. Con esta relación que acabamos de
hacer, el ama de casa cada día está haciendo un milagro más
importante que aquel de Cristo cuando “la multiplicación de
los panes y los peces”.
El ama de casa, en la administración de los fondos que le
llegan cada mes, supera, pues, al mismísimo Cristo, en uno
de los momentos más gloriosos de su paso por la tierra.
Pero si aquí hay que alabar la buena administración, aunque
sea, sin haber podido adquirir cosas que hubiera necesitado
aquel día para su casa, no podemos alabar, sin embargo, sino
censurar duramente, a quienes nos hacen el recuento para que
la inflación esté en un 4% cuando los productos de uso
normal, necesarios y accesibles para todos pasan del 16%.
En este caso, con estos “técnicos de la mentira” lo que
vemos es que están intentando hacer la cuadratura del
círculo, porque ya me dirán qué productos han barajado y a
qué precios han valorado, para que les salgan esas cuentas.
Y esto no es sólo de este Gobierno, aunque estos lo tengan
ahora peor con la CRISIS en la que estamos metidos, ese
juego malabar lo utilizan la mayor parte de los Gobiernos,
sin establecer compensaciones para el consumidor en los
retoques o ajustes que vayan surgiendo.
El asunto de la cesta de la compra es la mentira más
flagrante que tenemos hoy, en donde nunca se dan datos
veraces, y mucho menos fiables, sino que con esas
publicaciones lo único que están haciendo es el juego al
Gobierno de turno.
Queremos pensar que los que intervienen en esa “componenda”
son funcionarios que no se deben únicamente a un Gobierno,
de tal o cual color, pero la realidad nos viene demostrando
que desde ahí, intencionadamente, se oculta la realidad y se
aportan productos con datos que únicamente favorecen al
Gobierno del momento.
Que expliquen como puede haber inflación del 4% con las
subidas de pan, leche, carne, pescado, transporte,
electricidad ..., salvo que intenten meter en la cesta de la
compra el precio de los transistores, o de los ordenadores
en época de rebaja, cosa que no se compra a diario, con lo
que los resultados son falsos y vergonzosos.
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