Llegaron a refrescarse el gaznate
con la birra fresquita. Puesto que el calor de la tarde
recién comenzada se estaba dejando sentir con saña. Se les
veía contentos. Y razones tenían para ello. Venían de
asistir a un pleno que no volverá a repetirse hasta
septiembre. De modo que les quedan ya por delante muchos
días para sestear.
Antes, claro está, Ángel Javier Díez Nieto y Jaime
Wahnon habrán de cumplir con sus obligaciones en las
Fiestas Patronales, cual el resto de diputados populares.
Quienes suelen marchar al ritmo marcado por el presidente de
la Ciudad, durante los días en que los ciudadanos acuden
diariamente a los bajos de la Marina para darse un homenaje
de ocio y alegría.
Las obligaciones de los diputados pertenecientes al Gobierno
presidido por Juan Vivas, durante las cálidas y a
veces brumosas noches de los primeros días agosteños, son
varias. Mas la primera consiste en acudir con puntualidad
taurina a esperar la llegada del presidente en el portal de
la Feria.
Tradicional es que los diputados, cuando Vivas aparece en la
puerta principal, estén ya dispuestos para alinearse en
formación de comitiva que con mucho boato recorrerá el
recinto ferial. Un desfile poco fácil y que exige las
practicas consabidas en los debutantes. Por lo cual cabe
deducir que Díez Nieto y Wahnon, debido a que estrenan
cargos, se habrán preocupado de recibir las lecciones
adecuadas para poder cumplir perfectamente con esas normas
corteses y educadas, en honor de la persona que sostiene
todo el peso del poder sobre sus espaldas.
Tentado estuve el jueves pasado, cuando conversaba con ambos
diputados, distendidamente, de preguntarles si estaban ya
preparados para quedar bien como componentes de ese séquito
que tanto agradece Vivas. Y que hace tan felices a los
ciudadanos que se agolpan a ambos lados de la calle
principal del recinto ferial, para ver desfilar a su
presidente. Pero supe aguantarme a tiempo.
Me explico: en el último momento pensé que a lo mejor, en
vista de que tanto el viceconsejero de Recursos Humanos como
el presidente del Consejo de Administración de Radio
Televisión Ceuta son novicios en el asunto, podrían muy bien
haber preparado algo especial como ofrenda al jefe, en
fechas tan señaladas, y no quise que se vieran obligados a
contármelo. Puesto que uno, por deformación profesional, no
ofrece garantías de silencio. Y menudos son los demás
consejeros... Vamos, que si se enteran de que Wahnon y Díez
Nieto les tienen reservada una sorpresa a Vivas, cuando
toque inaugurar el alumbrado, seguro que los veteranos
montan el espectáculo del año.
Ahora bien, si uno, es un suponer, perteneciera a la
camarilla del presidente o tuviera facilidad de acceder a
él, le diría lo bien que haría recurriendo a Ángel Javier
Díez Nieto para hablar de lo divino y lo humano. Pues es un
tío que se enrolla la mar de bien. Y, de paso, deja algunas
perlas flotando en el ambiente.
Lo cual sería algo muy socorrido para Juan Vivas cuando la
vulgaridad de las conversaciones nocturnas, mantenidas en
las casetas, le produzcan hastíos indecibles y le hagan
sentir que el cortejo que le circunda no está a la altura de
la fama alcanzada por él como político.
Tampoco estaría mal prestarle atención a Jaime Wahnon. Si no
se duerme. Para evitar bostezos de última hora.
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