Las autoridades civiles de la ciudad, Juan Vivas, como
presidente del Palacio Autonómico, y José Fernández Chacón,
como delegado del Gobierno en Ceuta acudieron a la
festividad de Santiago Apóstol, patrón de Caballería. El
nuevo coronel de Montesa 3, Alberto González Revuelto, vivió
su primer desfile oficial al frente de la unidad.
La puesta de sol en Ceuta trajo consigo la presencia de
Santiago Apóstol, patrón de la unidad de Caballería y escudo
de un jinete que no olvida la compañía equina cuando se
trata de recordar toda una historia de batallas. Ahora,
estos soldados montan en carros de combate blindados venidos
de Alemania, pero incapaces de superar la raza del caballo
español. La raza de este país volvió a emocionar a los
presentes en un patio de armas repleto de familiares y
austeridad. Máximo respeto al estandarte nacional cuando se
trata de España. Ayer, más que nunca en Ceuta.
La entrada del mes de julio trajo consigo un nuevo mando
para la unidad, el coronel Alberto González Revuelto,
sevillano de vida, pero leonés de ascendencia. “La idea que
yo tenía de aquella Ceuta comparada con la impresión que he
tenido ahora ha sido radical”. Y es que este oficial no
pisaba la ciudad desde principios de los años 80, como
agregado, de teniente. Por lo tanto, Revuelto, con menos
experiencias entonces, ya había pisado el cuartel de Coronel
Galindo. “He visto una ciudad moderna, occidental, muy
limpia, ordenada...”. Vamos, la impresión que a todos los
nuevos coroneles les da esta ciudad cuando atracan. Algo
habrá de cierto.
Quien no es nuevo en estas celebraciones es el presidente de
la Ciudad, quien tuvo que declinar una oferta de la barriada
de Santiago Apóstol para acudir a la procesión del santo por
las calles de O´Donnell. Junto a él, otra persona a la que
tampoco le resultan nuevos este tipo de actos. Y es que el
delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, ya ha
experimentado el sabor militar en otra ciudad con orgullo
patrio, Melilla.
El comandante general, Enrique Vidal de Loño, el segundo
jefe, Jorge Viñé Blanco y los jefes de la Policía Nacional,
José Luis Torres y Jaime Castelví, entre otros, presenciaron
un desfile militar donde se ensalzó el espíritu del jinete.
“La necesidad de dominar en todo momento la voluntad viva,
de reacciones cambiantes y bruscas, le da al jinete la
audacia, la flexibilidad, el golpe de vista, la decisión
rápida y el desprecio del peligro”, destacó Revuelto durante
su discurso.
La sensación del coronel antes sus primeros meses en el
cargo es “agradable y positiva”, porque “me he encontrado un
regimiento cohesionado, veterano y con mucha capacidad de
trabajo”.
El verano paraliza el número de desfiles en la Comandancia
General. Ayer mismo, el número de efectivos se veía reducido
en un 33 por ciento aproximadamente. Nada impidió que se
entonara ‘La muerte no es el final’, ni el himno de
Caballería para cerrar un acto que devolvió a Santiago con
los suyos.
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