Han venido a Ceuta algunos amigos
míos, entre los que destaco un matrimonio que pasará unos
días aquí. No han venido de vacaciones, han venido para
resolver asuntos domésticos de la familia. Una familia que
se ha visto rota por la ausencia de las columnas que la
sustentaba. Murió la madre y tienen que desalojar la
vivienda militar que ocupaba.
Luego de unas horas conversando sobre los vaivenes de la
vida hemos acudido a uno de los establecimientos de bebidas,
vulgarmente bar, de reciente creación a través de una
franquicia. Lo había escogido porque mi bar favorito cierra
los miércoles.
Me precio de ser un buen gourmet y se distinguir las clases
de bebidas de un mismo grupo. Pues bien, ese bar necesita un
profesional de verdad. No simples aficionados a servir tras
el mostrador. El tinto de verano que sirven (de grifo) es
más malo que el aceite de hígado de bacalao, además no
cumplen lo que anuncian pomposamente con la excusa de que la
cocina está cerrada. Lo siento por ellos, no volveré.
Dejando de lado las cuitas personales, pasemos a lo que está
de moda en los mentideros políticos nacionales: la crisis
económica.
Todos sabemos qué representa el PP ¿no?, bueno, más o menos
sabemos la tendencia real por la que tuercen su verdadera
vocación de conservadores con el objeto de obtener más votos
que sus rivales y ello conduce a lo que se veía venir.
La propuesta económica que Mariano Rajoy colocó sobre el
tapete de La Moncloa, de recortar el gasto, tenía uno puntos
tan concretos que la convertía en un arma de doble filo.
Veamos, si Rodríguez Zapatero aceptaba la propuesta de
Mariano Rajoy se vería en la tesitura de romper todas las
promesas que ofreció en la campaña electoral de la que salió
elegido Presidente del Gobierno. ¿Por qué?, porque se vería
obligado a recortar el gasto social y ello afectaría,
ineludiblemente, a compromisos sociales.
O sea que salimos perdiendo los españolitos de a pie. Las
recetas económicas de Mariano Rajoy tienen la pinta de ser
confeccionadas por los banqueros afines. Beneficios para
unos en detrimento de otros que van directamente a la ruina.
Desde mi punto de vista creo que Mariano Rajoy tiene una
visión macabra de todo lo que pasa cuando gobiernan los
socialistas. Más catastrofista no puede ser.
Aunque en la reunión que mantuvieron en La Moncloa no
hicieron un análisis en profundidad de la situación
económica, no nos debe pasar por alto que la misma va a
pasar por un período difícil pero que a la larga mejorará,
obviamente, principalmente porque la salud de las cuentas
públicas es buena.
¿Rebajar el 20% el impuesto de Sociedades a las empresas
mejora la economía?... desde luego que mejoraría la economía
de las empresas pero no la del Estado que es lo que en
realidad se trata. Esta propuesta de Mariano Rajoy queda
enmarcada en los verdaderos intereses de los conservadores:
mirar hacia los ricos y despreciar al resto.
¿Por qué no propone rebajar las asignaciones a los
políticos, anular los tremendos alquileres de despachos para
los representantes de los partidos que resultan inútiles
porque sus ocupantes andan siempre viajando a cuenta del
Estado? ¿Por qué no propone rebajar los gastos “superfluos”,
como dice Rajoy, de la mayoría de sus políticos y obligarles
a coger el Metro en vez de jets privados?
¿Por qué no propone a sus amigos empresarios del ladrillo
que rebajen sus fabulosas pretensiones dinerarias?
Lástima que la voluntad de Mariano Rajoy de “echar una mano
al Gobierno” sea un gambito inútil porque en realidad no ha
aportado una idea que resulte novedosa ni que tenga
trascendencia para la política gubernamental. ¡Qué inocente
habría sido Rodríguez Zapatero de creer que su eterno rival
le echaría esa manita!, que no se olvide de que es gallego.
No el presidente sino el otro.
Mi economía personal ya ha sufrido casi lo mismo que todas
las economías familiares y ahora va camino de resolverse,
siquiera un poquito, con lo que demuestra que la tesis de
que la economía española tiene buena salud se consolida… ¿no
creen?
|