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Atrás, muy atrás quedaban los
tiempos en los que la Junta Local de Seguridad no se reunía,
no se convocaba. Era una época de lamentables recuerdos para
Ceuta que coincidió justo con el fatídico cambio de siglo
para la Ciudad Autónoma. Afortunadamente cambiaron las cosas
y de la institución local salieron los que la habían
‘tomado’ con pretensiones nada claras. A partir de ese
momento, desde 2001, las reuniones de coordinación en pro de
la seguridad ciudadana se sucedieron para bien de la
ciudadanía. Algo que a estas alturas, y superado lo que ya
es casi un vago recuerdo, se produce con absoluta normalidad
y madurez en lo que es en sí mismo un acto de
responsabilidad en el servicio público dado que las
administraciones son las que deben velar y garantizar la
seguridad de los ciudadanos.
A una semana vista del inicio de las Fiestas Patronales, el
delegado del Gobierno ha convocado una reunión de
coordinación que ha culminado con la conjunción de una serie
de medidas y de reparto de tareas que servirán para
complemetarse las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tanto las
del Estado [Policía Nacional y Guardia Civil], como las de
la Ciudad [Policía Local].
El movimiento de personas esperado de manera diaria es del
suficiente calado como para tomar las medidas necesarias
ante tal movimiento de masas, sobre todo, en un nivel de
grado 2 de alerta antiterrorista, más el añadido del Plan
Verano del Ministerio del Interior, en el que las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad deben emplearse con especial
dedicación.
Agentes uniformados en las calles, en el recinto ferial, en
el Puerto, en la frontera, agentes de paisano por las
calles, por el recinto ferial, en el puerto, en la
frontera... un amplísimo dispositivo destinado
exclusivamente a que los ciudadanos puedan disfrutar de la
tradición histórica de unas Fiestas Patronales que cada año
atraen a un mayor número de personas que se cifran en
decenas de miles.
Lo interesante es que la unión responsable de las dos
administraciones provoca en el ciudadano garantía y
seguridad, lo que es manifiestamente destacable.
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OPINIÓN / EDITORIAL
