Hoy he decidido ir a pescar y
acudo a uno de los espigones que se encuentran al final de
la playa del Chorrillo, cabe la explanada donde se ubican
los tenderetes de los “volaores”.
El espigón de roca se adentra unos cien metros en el mar y
cubre la zona de playa dedicada a los minusválidos. Buena
zona para el baño y para la pesca si no fuera que está
cubierta de rocas que dificulta, a veces, la recogida del
anzuelo.
El día no fue mal y acompañado de mi sobrino, mi hijo
pequeño es demasiado ídem para aventurarse entre las rocas,
conseguimos una buena cosecha de peces. Los de menos de
dieciocho cms los hemos devuelto al mar. He prometido a mi
sobrino volver a llevar a pescar.
Justo cuando recogía los bártulos para regresar a casa, un
escalofriante ruido me llama la atención. Un vehículo se
acaba de empotrar contra el muro que existe justo enfrente
del acceso a la explanada de los “volaores”, al otro lado de
la carretera a la frontera.
Bueno, la crónica de sucesos está sobradamente cubierta por
los compañeros profesionales y no tiene cabida en mi rincón
de opinión, que está para eso para opinar.
Hoy por hoy destacan las noticias relacionadas con la
economía, más aún que están con las propuesta de Sobes en la
mesa.
Hay un punto que destaca sobre los demás y es la
coincidencia de muchas comunidades autónomas en lamentar que
la propuesta del ministro de Economía, Pedro Solbes, es
insuficiente.
Sobre todo destaca la necesidad de más de 6.000 millones de
euros la aportación estatal necesaria para afrontar la falta
de recursos de las comunidades en la prestación de servicios
de sanidad y educación.
No encaja, sin embargo, la propuesta de la Comunidad de
Madrid (PP) que pide al ministro que anule la medida de los
400 euros, si es un intento de desviar la atención. Lo
cierto es que la política social del Gobierno estatal
“choca” con algunas Comunidades Autónomas que despilfarran,
tal como lo escribo, los presupuestos en conceptos muy
alejados de la sanidad, educación y servicios sociales.
La propuesta de Solbes, de reformar la financiación
autonómica puede ser discutible pero no hasta el punto de
que los peperos la consideren una tomadura de pelo, tal como
ha exclamado el consejero de Economía de la Comunidad de
Madrid.
De seguir adelante la propuesta del ministro, los catalanes
tendrán bastantes problemas en aplicar su Estatut al ser un
punto de partida genérico que lo ven decepcionante,
insuficiente y preocupante.
Volviendo a los 400 euros, pese a que supone poco menos del
0,6 % del PIB, no significa que sea el causante del déficit
actual toda vez que los cálculos que realizan se basan en su
aplicación a la totalidad de la población laboral lo que no
es exacto. Existen otros muchos conceptos, más que
suficientes, para que las cuentas estatales del el déficit
sobre el que se vuelcan las críticas.
Tal vez se esté destruyendo empleo, pero a causa de las
medidas estructurales que se están llevando a cabo en las
empresas más que por otra cosa, además que de la subida del
petróleo nos afecta más que a otros países por ser el más
dependiente de todos. Pero ello no justifica la negativa
posición de que no deseen incrementar el coste laboral. Si
no aceptan la subida del salario mínimo interprofesional, el
poder adquisitivo de los españoles llegaría a la altura del
betún.
Que bajen sus márgenes de beneficios. Verán como compramos
más.
Bueno, ya me he mareado un poco con eso de las matemáticas
financieras y decido cambiar de tema.
Quiero escribir del tema ecológico, ahora que estamos en
plena temporada de incendios y polución incontrolada, pero
como el espacio asignado a mi opinión toca a su fin… lo
dejaremos para mañana.
Confío en que mis amigos ecologistas me ayuden a levantar
una opinión madura, de esas de rompe y rasga. Al menos mi
amigo J. Manuel ya obtiene réditos a su gestión desde Septem
Nostra. Cuenta con el respaldo del Delegado del Gobierno…
¡casi ná!
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