De extraordinaria larga carrera
diplomática, Javier Jiménez-Ugarte fue nombrado Cónsul
General de España en la vecina Tetuán y ampliada,
posteriormente, su responsabilidad hacia Larache. De
especial saber estar y hombre generoso, ha descubierto en
estos últimos tres años un país que le ha entusiasmado,
Marruecos. Así nos lo ha reconocido en una entrevista
exclusiva concedida a EL PUEBLO tras una gentil visita
girada a nuestras instalaciones.
El Norte de Marruecos, en diaria expansión, evoluciona a
marcha rápida. Sólo en infraestructuras la mejora es
notable. Algo que se ha vivido desde el consulado con
especial satisfacción, pero que en Ceuta también ha caído
excepcionalmente bien el desarrollo iniciado en nuestra área
de influencia; fundamentalmente por la evidente realidad de
que son miles los ceutíes que disfrutan del país vecino, que
consumen en la provincia de Tetuán y que residen durante el
invierno en sus bungalows y apartamentos en lo que ya es en
sí una realidad turística.
Es cierto que la historia compartida de Ceuta y los ceutíes
con en el entorno más próximo debe ser tenido muy en cuenta
para todo. Lejos de las históricas manifestaciones de los
vecinos [para su consumo interno] la realidad es que se ve
no sólo el cambio, sino las posibilidades que el norte
marroquí puede proporcionar a la inversión ceutí. Ya hay
numerosos ceutíes que han invertido en lo que se vaticina
como un país de oportunidades, en pleno crecimiento, que
recuerda la evolución económica de España con el boom del
turismo y de la industria.
El cónsul que además de alegrarse por este desarrollo
socioeconómico de la zona donde es competente, debe lidiar
el fenómeno de la intensa emigración, soporta las presiones
de sectores poco dados a alabar a España. Sin embargo, las
relaciones y la sabiduría de quien lleva nada menos que 35
años ejerciendo labores diplomáticas por el mundo, pesan los
suficiente como para despeinar al representante del Estado
español en la antigua capital del Protectorado.
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