Javier Jiménez-Ugarte (Madrid 1947) es diplomático de muy
larga carrera profesional. Desde 1973, al servicio de
España, ha pasado por El Cairo, Roma, Madrid, Houston,
Bruselas (otan), volvió de secretario general técnico y
director general en la época de Felipe González y llegó a
ser embajador de España en Argel. Más tarde, con el gobierno
de Aznar fue embajador en Atenas; se incorporó en Madrid al
Ministerio de Defensa como secretario general y director
general. Pidió ir a Nador cuya plaza estaba vacante y a los
seis meses [hace sólo año y medio] se incorporó al Consulado
de Tetuán a cuya labor le encomendaron también la
responsabilidad consular de Larache. Se reconoce admirador
del país vecino
Pregunta.-¿Cuántos españoles residen en Tetuán y pueden,
por tanto, necesitar en algún momento de la acción consular?
Respuesta.- Ahora inscritos tenemos unos 1.000. Hay una
parte desgraciadamente cada vez más pequeña de españoles de
distintas generaciones desde la época del Protectorado, y
una parte creciente de españoles de reciente adquisición de
la nacionalidad. Cada año se anotan en el registro civil
numerosas opciones de menores que han adquirido la
nacionalidad en función del derecho que adquirieron sus
padres al hacerse españoles en la península tras diez años
de residencia con trabajo regular; sin embargo, el número de
españoles residentes desde el antiguo protectorado va
descendiendo por fallecimiento de los más ancianos. Desde
ese punto de vista es un consulado sencillo.
P.- ¿Cómo es de complicado, si lo es, desempeñar la labor
consular en esa ciudad que fue la capital del Protectorado?
R.- Desde luego, esa connotación hace que sea más atractivo
el trabajo y de eso me di cuenta cuando aterricé en Tetuán.
En la ciudad el único cónsul existente es el de España y, a
su vez, la sociedad tetuaní ha girado mucho en torno a lo
que fue la presencia de España allí. Esto te hace sentirte
más integrado en la historia de Tetuán. Y si nos remontamos
llegaríamos a 1860 cuando la ciudad fue tomada por las
tropas de O’Donnell; desde ese punto de vista ser cónsul ahí
es grato, lo que ocurre es que Tetuán como el anterior
destino que tuve de Nador son zonas de fuerte emigración y
eso hace muy duro el trabajo de los consulados. De hecho, en
un pequeño manual que escrito ahora, “España consular e
inmigración”, digo que el destino más duro que he tenido
desde 1973 -he pasado por Nador y también asumo el consulado
en Larache- es éste.
P.- Y me cuentan que es usted un cónsul que recibe a todo el
que puede.
R.- La parte de la normativa española, sobre inmigración,
que es muy generosa, muy abierta, que gracias a nuestro
‘boom’ económico ha permitido incorporar diversos trabajos a
los inmigrantes, tiene una referencia continua a la
entrevista personal con el solicitante del visado, bien para
una reagrupación familiar, bien para el trabajo por cuenta
ajena... y esa vía es muy útil porque te permite, junto al
trabajo de los funcionarios del consulado, procurar hacer
las cosas mano a mano, lo que de alguna manera evita más
fraudes o evita aquellos supuestos en los que el solicitante
no tiene la verdad de su parte.
P.- El Consulado, con sus presiones, emite su considerable
número de visados, pero se detectan documentos legales
‘adquiridos’ expresamente para la solicitud de una ‘visa’
para la España peninsular.
R.- Hay casos en los que verdaderamente la policía marroquí,
tanto en Larache como en Tetuán nos han traído expedientes
con denuncias de falsificación de documentos; luego nuestro
personal reciben cursos y manejan instrucciones que permiten
detectar la falsedad del documento legalizado. Es una parte
no muy alta. Al cabo del año en Tetuán y en Larache se
tramitan unos 20.000 expedientes, pero el número de casos
detectados por la policía española, marroquí o por la
oficina consular, no son muchos, podemos hablar de algunas
decenas. Pero en cambio hay otros muchos en los que toda la
apariencia del expediente es totalmente cierta y finalmente
ha habido algún español o marroquí, cuando se ha comprobado
que ese expediente estaba siendo vendido, -concretamente un
español con otros amigos marroquíes- que han acabado en la
cárcel por presentar contratos por cuenta ajena que no eran
reales y se emitían para poder solicitar un visado.
P.- Ante estas circunstancias el Consulado ¿cómo trabaja?
R.- Cuando llegan, de repente, peticiones de una empresa
pequeña y que de golpe solicita cinco o seis expedientes
para contratos, pues se piensa igual que puede tratarse de
un fraude, y nosotros debemos velar porque el trabajador
marroquí cuente con protección jurídica y social en España.
Ante esos casos se recurre a la entrevista para despejar
dudas o confirmar sospechas y luego a la denegación en su
caso. Entonces el visado no se concede, aunque no es una
resolución definitiva porque la decisión puede ser
recurrida.
P.- ¿Qué hace falta para la obtención de un visado, cuáles
son los escenarios para lograr un pase?
R.- Existe un capítulo muy grande dentro de la concesión de
visados que es el de Estancia, que se conceden cuando se
demuestra que la persona que lo recibe tiene arraigo en su
país y por tanto tiene que regresar. Hay muchos que van a
España a conocerla, a visitar a familiares, a ver
acontecimientos deportivos... son visados Schengen que
permiten una estancia en nuestro país desde 3 días hasta 3
meses. Luego abriríamos otro capítulo, que es el de
Residencia para aquellos que van a vivir más tiempo. Entre
ellos se diferencian los que se entregan a los trabajadores
por cuenta ajena cuando se recibe solicitudes de un
empleador; pero también existen los casos de la reagrupación
familiar, cuando un marroquí que ya trabaja en España
legalmente durante un tiempo se plantea llevarse a su mujer
y a sus hijos; o bien aquel que trabaja y reside en España,
se casa en Marruecos y solicita el visado para su esposa.
Estos últimos, los de reagrupamiento, son los que mayor
porcentaje se otorgan en estos momentos, porque los
trabajadores, ya en nuestro país, solicitan el pase para sus
familiares. Finalmente existe el visado para los estudios,
aquellos que quieren culminar sus estudios en la península o
en Ceuta, que se dan casos.
P.- En estos momentos España tiene contratados los servicios
de numerosos marroquíes en sus sedes consulares, algo que no
sucede sin embargo a la inversa con españoles trabajando
para los consulados marroquíes en nuestro país.
R.- En la península, el personal español en la embajada y en
los consulados marroquíes es numeroso pero quizá hay menos,
si.
P.- El Norte de Marruecos sufre una enorme transformación...
R.- Esa es nuestra gran ilusión. Creo que es una de las
cosas más agradables de estos dos años de destino en el
Consulado. Ver el enorme cambio que se está produciendo en
el antiguo Protectorado español, es algo muy agradable tanto
para los que vivimos en Tetuán como para los que vivís en
Ceuta. Todos coincidimos en que el mérito lo tiene el Rey
Mohamed VI, quien desde que llegó al poder decidió que el
desarrollo socioeconómico y turístico y cultural del Norte
era necesario. Precisamente hoy, cuando venía para vuestro
periódico, he comprobado que ya está abierta la autopista y
he tardado sólo diez minutos en llegar a Castillejos.
P.- ¿Qué papel juegan los intereses españoles en ese
desarrollo?
R.- Desde luego en la parte inmobiliaria, mucho. Aunque en
reuniones, hablas con el Wali o con el Gobernador de Mediq
que es un hombre muy importante en el desarrollo de lo que
se llama ‘Tamuda Bay` pero desde Rincón hasta Castillejos
hay presencia española. Está Fadesa, Vista Africa [que vino
recientemente el ex ministro de Exteriores Piqué porque
actualmente es su presidente], está Proinsa. O sea la parte
que yo conozco mejor que es esta que va desde Ceuta hasta
Tetuán el predominio de las inmobiliarias españolas es
aplastante y más que van llegando. Me llegan noticias del
interés de más empresas, pero aunque puedo colaborar,
verdaderamente la oficina comercial de la embajada española
en Rabat es la que tiene la normativa, cuenta con los
técnicos y es la competente.
Ceuta
P.- En todo este desarrollo, ‘boom’ inmobiliario, la puesta
en marcha de Tanger-Med, la zona franca prevista... ¿dónde
puede estar el lugar de Ceuta’
R.- Verdaderamente en España, en la península deberían poner
una especie de excursión obligatoria en todos los colegios
para visitar Ceuta y Melilla. Yo creo que eso puede ser una
parte importante de una asignatura de convivencia, porque a
mí me ha pasado. Yo llegué a Melilla con 50 años y fue un
descubrimiento personal. Lo mismo me ha ocurrido con Ceuta
cuando llegué con 58. En ambos casos he notado que los
peninsulares no conocen, desgraciadamente, la realidad de
las dos ciudades y creo que es enormemente atractiva. Aquí
te sientes más integrado en nuestra historia compartida,
entiendes mejor el Protectorado. Yo creo que esta especie de
‘hinterland’ de Ceuta, en Tetuán y hasta Larache, incluso en
Tánger existe la influencia de Ceuta. Creo que hay elementos
positivos que deben compartirse. Es muy importante que Ceuta
y Melilla sean ciudades de paso de miles y miles de
marroquíes y que influyan en el desarrollo de la zona. Por
ejemplo quienes mantienen prácticamente el campo de Golf de
Cabo Negro son gentes de Ceuta. Marina Smir o Marina Beach
crecen gracias a los ceutíes y esto es positivo.
P.- ¿Que va a pasar con estos miles y miles de porteadores
que entran a diario a Ceuta cuando Marruecos complete todas
las fases del desarrollo de la zona?
R.- Se dice que afecta más a Ceuta porque no cuenta con
Aduana Comercial, pero yo que he estado en Nador al lado de
Melilla que sí que tiene, ocurre lo mismo. Una masa de
muchos miles de porteadores. La fecha fatídica para que este
comercio irregular desaparezca se cifra en 2012. Es
realmente un asunto muy importante para los porteadores
porque ahora ahora éste es su único recurso, pero también
con mucha razón para Ceuta que ha servido de tránsito para
toda esta mercancía. Sin embargo, desconozco las soluciones
para este concreto tema.
P.- Alrededor de la Agencia de Clubes de Inversión
Euromediterránea donde participan las Cámaras de Comercio
del Campo de Gibraltar, del Norte de Marruecos y varios
clubes de inversión marroquíes, estarían dispuestos a mover
las fichas oportunas como para facilitar que Marruecos ceda
en sus posiciones y sitúe una aduana comercial en el Tarajal.
Su base es que Ceuta aporta servicios a los marroquíes,
hospital, acogida de menores, trabajo. Señalan que el camino
de influencia del empresariado y de la economía a veces es
más positivo que la actividad diplomática. ¿Qué nos puede
decir el cónsul?
R.- Ojalá. Sin entrar en pronunciamientos sobre temas que
van más allá de la labor consular, todos sabemos que siendo
las realidades las mismas en Ceuta y Melilla, las peticiones
de que Ceuta no se vea perjudicada como consecuencia del
freno de este comercio irregular me parecen muy justas y que
merecen, sin duda, atención. Estoy convencido de que el
presidente Vivas con sus colaboradores deberá estar dando
muchas vueltas para encontrar una solución y para que con
sus recursos continúe avanzando y desarrollándose.
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