Javier Arenas, desde que no
supo intuir a tiempo la exitosa carrera política de
Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, decidió purgar sus
culpas viendo a partir de entonces con mejores ojos las
posibilidades de las mujeres en política. Así que ahora,
informado por terceras personas, comprendió que Yolanda
Bel estaba necesitada de algún estímulo que le insuflara
ánimos suficientes para seguir siendo el escudo defensivo de
Juan Vivas, todos los días y fiestas de guardar. De
modo que la puso en el sitio justo para que fuera nombrada
portavoz en un nuevo comité del Partido Popular a escala
nacional.
Y la consejera de Medio Ambiente, y portavoz del Gobierno,
ha regresado de Málaga, sitio elegido para celebrar ese
acto, revitalizada. Con renovados bríos y dispuesta a
continuar haciéndose valer como defensora a ultranza de
cuanto le indique su admirado Vivas. Aunque la tachen de
estar ciega por él; debido a la categoría que viene
demostrando en todo lo que hace y dice su presidente. En
realidad, confiesa sentirse pasmada.
Es lo que he podido deducir de una respuesta que le ha dado
Bel a Fernando M. Caracena, periodista de esta Casa,
que le ha hecho una magnífica entrevista, de dieciséis
preguntas. Y es que Caracena, le puso el anzuelo: “Ceuta
nunca ha contado con una alcaldesa o presidenta de la
Ciudad. ¿Ve a alguna mujer a medio o largo plazo al frente
del Ejecutivo ceutí?”
Y Yolanda Bel, que venía de sentirse festejada por Arenas,
el Charles Boyer de la política nacional, además de
no morder el anzuelo, decidió lanzarse por la ladera de la
canción española y acabó confesándole al periodista que
presidente no hay más que uno: Juan Vivas. Y hasta sacó a
relucir su orgullo de mujer entregada: “Quizá es que me
ciega la pasión por la capacidad de decidir que tiene el
presidente. De ahí que le admire tanto y que no vea a nadie,
sea hombre o mujer, que pueda ocupar ese lugar”.
No me digan que la respuesta de Yolanda no es de letra de
copla de Quintero, León y Quiroga. Y que muy bien podría
tatarearse con la música que hizo inmortal el pasodoble de
Francisco Alegre. Fíjense, pues, lo que ha dado de sí una
pregunta, la última entre dieciséis, hecha por un
profesional que supo rematar el cuestionario inquisidor, con
maestría. Vamos a repetir la pregunta por si acaso ustedes,
al llegar hasta aquí, ya se han olvidado de ella.
-Ceuta nunca ha contado con una alcaldesa o presidenta de la
Ciudad. ¿Ve a alguna mujer a medio o largo plazo al frente
del Ejecutivo ceutí?
La pregunta de Caracena llevaba un chaparrón de guasa.
Llevaba las del Beri. Porque era una pregunta hecha a la
medida de una mujer que llegaba, procedente de la Costa del
Sol, henchida de gozo y, por tanto, en las mejores
condiciones para decir de carrerilla que se veía con muchas
posibilidades de ser la futura alcaldesa o presidenta de la
Ciudad. Que era, sin duda, la contestación que estaba
esperando el entrevistador.
Mas ocurrió lo que era de esperar en una mujer que está
caída de boca por su presidente. Políticamente, ¿eh?... Pero
no sólo es la portavoz del Gobierno la que se bebe los
vientos por don Juan, no; en esa situación están todas las
mujeres de un PP, local, a quienes la forma de ser de Juan
Vivas ha conseguido hacerles perder la chaveta. Así que hay
presidente para rato.
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