El PSOE lleva gobernando Andalucía 26 años, 18 de ellos, el
incombustible Manuel Chaves, ejemplo extremista del
zapaterismo, imitador perfecto de fiel discípulo de ZP. Con
razón, Pepiño Blanco calificó al presidente andaluz de
“ejemplo del mejor socialismo”.
Como hiciera Zapatero en su reciente Congreso Federal,
Chaves copia la receta para el de la región que gobierna,
callando obscenamente el elevado índice de paro, la quiebra
de empresas, los despilfarros en subvenciones a
instituciones próximas al socialismo andaluz, silencia la
crisis económica, hidráulica y agrícola, la descomunal deuda
sanitaria, las listas de espera, el ser Andalucía los
últimos de España en ahorro familiar, rentas y subsidios,
así como en rendimiento escolar, según el informe PISA. Para
Chaves, nada de ésto existe, no dijo ni pío. Eso sí, instó
al Gobierno de Zapatero a ser abanderada ésta región para
instaurar la ley de plazos para el aborto libre. Los niños,
entiende Chaves, a las trituradoras de las clínicas
abortistas, que es lo más progresista. Nada de canalizar
adopciones ni de ayudar a las madres embarazadas. Para el
presidente andaluz, los bebés no nacidos son el problema
estrella de Andalucía, pues de los demás no habló.
Ésta es la “Andalucía imparable” que el eterno caudillo del
sur español quiere, campo de pruebas del ideario zapateril
abortista, laicista, eutanásico y satanizador de la
oposición.
|