Por aquí el día amaneció brumoso y
con levante, pegajoso, pesado… Supongo que al norte de Cabo
Negro, en Ceuta, ciudad querida, habrá más de lo mismo,
aunque también pudiera no ser así: pese a su cercanía,
Tetuán, Martil y Ceuta conforman, a su escala, pequeños
microclimas notablemente diferenciados. Tras las últimas
llamadas y la puesta a punto de los contactos así como de la
acreditación preceptiva enfilo para Rabat, donde este fin de
semana, en el complejo deportivo “Mulay Abdellah”, los
islamistas parlamentarios del “Partido de la Justicia y el
Desarrollo” (PJD), la rama moderada del islamismo marroquí,
celebran su sexto congreso cuyas bambalinas han sido
diseñadas por el secretario general adjunto, el discreto
Abdellah Baha.
Llamó mi atención el titular del pasado jueves, un tanto
tendencioso, del diario “Aujourd’hui”, así como la
información destilada en su página 4. Tras algunas
averiguaciones, fuentes internas del PJD me facilitan otra
versión sensiblemente diferente si bien concuerdan en algo
esencial y que yo sabía desde hace años. En el PJD, partido
serio y de talante moderado dentro de sus coordenadas
ideológicas como recordaba en mi columna del día 8 de este
mes, no se priman las individualidades, el trabajo en equipo
está al orden del día si bien parece que los próximos 19 y
20 se de una vuelta de tuerca más a este principio,
reforzándose las atribuciones del Consejo Nacional llegando
a darle, incluso, poder para dimitir a los dirigentes del
partido. ¿Camina el PJD hacia un modelo asambleario y
populista…? Ya lo veremos el domingo. Otro punto que no
estará claro hasta el último momento será el de los cargos
elegibles a la secretaría general, quienes deben ser
propuestos a última hora por los congresistas. ¿Daoudi…?.
Pese a que el citado diario afirma lo contrario informando
que podría ser uno de los elegibles, el parlamentario por
Fez y economista de prestigio había comprometido, hace
tiempo (llegó a confirmármelo personalmente), su marcha del
partido. Quienes pudieran intentar hacerle la sombra al
solvente Saâd El Othmani, quien se presenta para su
reelección, pudieran ser el histórico Abdelilah Benkirán
(hombre del Makhzén e islamista de Su Majestad por
excelencia), presidente del Consejo Nacional, así como
Boulif, otro reputado economista y diputado por Tánger;
tampoco descartaría a una estrella ascendente que, en los
últimos tiempos, ha multiplicado sus salidas mediáticas
buscando notoriedad: el ambicioso y hasta el momento
secretario de la “Chabiba” (Juventud) del PJD Abdelaziz
Rabah, quien parece estar buscando dentro del partido un
puesto de más brillo y protagonismo, lo que no deja de ser
mirado con cierta suspicacia por sus austeros compañeros de
fila.
Hace más de un mes que no me dejo caer por Rabat y, la
verdad, es un placer visitar una vez más la bella y limpia
capital del Reino de Marruecos, a orillas del Abou Rakrak,
aunque sea con una cargada agenda de trabajo. Seguro que la
mañana del lunes, antes de subir a Tetuán, me encontrará
perreando, dando una larga pateada, entre la casbah de los
Oudaia, cara al Atlántico y la mágica ciudadela de Chellah,
con las cigüeñas dándole al pico, sus mudas ruinas romanas y
la solitaria tumba del sultán negro.
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