“Está por ver que Juan Antonio se vaya a ir”. Así de
contundente se mostró el técnico del Gimnasio Goyu Ryu, Manu
León, cuando se le preguntó por la marcha de Juan Antonio
Cabrera al Real Valladolid promesas. Y es que para el
entrenador ceutí no cabe duda de que “sería una lástima que
un jugador como este tuviera que emigrar”, después de
tenerlo a su cargo la pasada campaña en el equipo de
División de Honor juvenil y demostrar que se trata de una de
las más firmes promesas de la cantera.
Una noticia que no ha sentado nada bien en el seno de la
entidad gimnasta, ya que “el futbolista es jugador del Goyu
Ryu y nadie se ha dirigido al club para saber sobre su
situación”, añade Manu León. Sobre todo cuando “los derechos
federativos pertenecen al club”, sostiene. Por lo que
entiende que tanto el jugador como su representante, “están
dando un paso en falso” anunciando la marcha a tierras
vallisoletanas ante la situación contractual del jugador.
Eso teniendo en cuenta de que desde el Gimnasio Goyu Ryu “se
va a buscar lo mejor para el futbolista”.
Plenamente convencido de las condiciones del jugador y de su
proyección, Manu León incide que “en uno o dos años sería
titular con el primer equipo”, por lo que sería lógico que
fuera la AD Ceuta quien tuviera prioridad. Luego, “si el
Ceuta no lo quiere, el niño puede salir pitando”, sentencia.
Reunión con el Ceuta
Para ello, y con la intención de hablar de la posible
incorporación de algún jugador que la pasada campaña jugara
a las órdenes de Manu León a la AD Ceuta, el técnico
gimnasta está pendiente de reunirse con el director
deportivo del cuadro caballa, José Enrique Díaz. Un
encuentro que se ha ido posponiendo y que ayer tampoco se
pudo celebrar al encontrarse el sevillano en la capital
hispalense negociando la contratación de jugadores para el
primer equipo.
Una reunión que se ha ido posponiendo sucesivamente en la
que estaba previsto hablar de otros jugadores ceutíes como
Alfredo o Benji, además del lateral derecho David, nacido en
Sevilla, que la temporada pasada reforzara el vestuario
amarillo tras pasar por Sevilla y Nervión.
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