No es que quiera enlazar la
columna de ayer, con la de hoy, pero algo tendrían que ver,
si en materia de urbanismo se midiera por el mismo rasero a
los racionales y a los irracionales.
De elementos irracionales hablábamos ayer y en ellos no
intervenían ni Ayuntamientos, ni Comunidades Autónomas, ni
Ministerio de la Vivienda. Estos “animalitos” se asientan
donde lo creen conveniente y el “chalet” queda en propiedad.
En cuanto a los racionales, las cosas van, no sé si
afortunada o desafortunadamente, de otra manera, y entre
notas en los boletines correspondientes, papeleos,
trasferencias y, a veces, “sobres amarillos” la razón pasa a
la sin razón con lo que más de un pelagatos, en pocos meses,
pasa a ser uno de los ricos del pueblo.
Veo en la edición de El Pueblo de Ceuta del pasado 15 de
julio, que la Dirección General del Suelo será competente
sobre el urbanismo de Ceuta. Me parece muy bien, pero lo
que, ahora mismo, quisiera saber es en qué va a mejorar
dicho urbanismo en nuestra ciudad, o en qué va a empeorar,
porque todo es posible cuando se cambia de “patrón”.
Al asumir un organismo esta misión, obviamente, tiene que
dejar fuera a otro que hubiera antes y, por tanto, sustituye
a la antigua Dirección General de Urbanismo, con lo que a
partir de ahora se encargará de aprobar el definitivo Plan
General de Ordenación Urbana y sus revisiones.
Aquí, por palabras que no quede, y por organismos, que la
mayor parte de las veces no sirven más que para acoger a los
correligionarios de los que mandan, tampoco.
Y uno piensa, de vez en cuando, y dice:” si no fuera por
tantos organismos para rellenar ¿Dónde se iban a colocar
aquellos que tras las elecciones acuden a reclamar eso de
“qué hay de lo mío”, o cosas parecidas?”.
El pasado día 10 de este mes de julio, en el BOE aparece
fijada la nueva estructura orgánica del Ministerio de la
Vivienda y sus correspondientes departamentos.
Hemos leído y releído esa estructura y no hay ninguna
sección en la que se hable y se den soluciones para, en
adelante, evitar los “pelotazos” que se han venido dando en
cuestión de vivienda, sin ir más lejos.
Quiere esto decir que con esa nueva estructura, la Dirección
General del Suelo y Políticas Urbanas asume las competencias
urbanísticas de Ceuta, por cuanto este organismo sustituye a
la antigua Dirección General de Urbanismo, o lo que es
igual, “los mismos perros pero con distintos collares”, y si
no, no hay más que ver las funciones de la nueva Dirección
General, que asume la planificación, impulso, gestión y
coordinación que, en materias con incidencias en el
urbanismo y sobre política del suelo, corresponde al
Ministerio de la Vivienda.
Nada se dice, ni se va a decir nunca del abaratamiento del
suelo, pero sí que se deduce que este organismo va a ser el
encargado de la aprobación definitiva (¡¡Ya era hora!!) del
futuro Plan General de Ordenación Urbana ( ¿Habrá algo para
Calamocarro, por ejemplo?), así como sus revisiones y
modificaciones que afecten a las determinaciones de carácter
general, a los elementos fundamentales de la Estructura
General y Orgánica del Territorio.
Aquí, como en todas las materias en las que se habla en
abstracto, nos quedamos “a la luna de Valencia”. Estoy
seguro.
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