Me preguntaba un amigo, quiénes
serían los más beneficiados en época de crisis económica.
Por principio no me gusta que me hagan preguntas, en la
creencia de que tenemos que conocer todos los temas cuando,
en la mayoría de ellos, somos unos ignorantes. Ser
periodista y escribir en un periódico, no quiere decir que
tengamos que saber de todo. Pensar eso es uno de los más
grandes errores que se pueden cometer.
Nosotros los que nos dedicamos a esta bendita profesión,
sabemos lo que sabemos y, sin duda alguna, valemos más por
lo que callamos que por lo que contamos. Pero de ninguna de
las maneras conocemos todo los asuntos. Además esa pregunta,
de mí amigo, me parece que está fuera de lugar, hay que ser
un lerdo de altura, para no saber que en época de crisis los
más beneficiados son los que más tienen, como los más
perjudicados somos los que menos poder adquisitivos tenemos.
Eso está de una claridad meridiana. Es ley de vida.
La cosa está clara. Si en estos momentos de crisis, cuando
la venta de pisos está bajando así como los terrenos para
posibles construcciones de viviendas, tuviésemos dinero,
usted o yo, que duda cabe que el negocio más rentable, en un
futro no muy lejano, en cuanto se acabe la crisis, sería
comprar pisos y terrenos para edificar. Es el negocio del
siglo, que nos permitiría triplicar el capital invertido.
Pero como tanto usted como yo, somos unos “boyaos” que
tenemos menos dinero en el bolsillo que uno que se esté
duchando, ya me dirá y me contará de dónde sacamos el dinero
para ponernos a comprar pisos y solares para posibles
edificaciones.
Lógicamente, sin que usted le dé muchas vueltas a la cabeza,
comprenderá que los únicos que pueden realizar esas
operaciones, son los que tienen dinero suficiente para
invertirlo sin importarle, ni poco ni mucho, esperar el
tiempo que sea para que ese dinero invertido se vea
triplicado. El dinero, amigo mío, llama al dinero.
Usted y yo, bastantes esfuerzos tendremos que hacer para, en
esta época de crisis, poder mantenernos a fuerzas de
sacrificios, realizando verdaderos malabarismos para poder
llegar a final de mes, sin tener que pedir fiado en la
tienda de barrio. Eso, por supuesto, en el mejor de los
casos.
En el peor de ellos, y a pesar de todos esos sacrificios
realizados, tendremos que ir a comprar la consabida libreta
para que, el tendero de nuestro barrio, nos vaya apuntando
lo que nos haga falta para la “manduca” de cada día. Y así
hasta primero de mes, donde le pagaremos, y vuelta a
empezar.
Y todo por la mierda del petróleo que, cada segundo, hace
más ricos a los ya poderosos económicamente, y más pobres al
resto de los mortales. Hay que buscar, con toda urgencia,
una energía alternativa para que se metan el petróleo por…
En las crisis económicas, como en las guerras, los que más
pierden son los más pobres, los que menos dinero tenemos,
por el contrario los ricos fabricantes de armas aumentan su
capital, vendiendo todas esas armas que, al final, sólo
valen para matar a los más pobres. Así es la vida ¿O no?.
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