El Instituto Militar de Vivienda de las Fuerzas Armadas (Imvifas)
pretende desposeer de su casa a un matrimonio ceutí que vive
desde hace 22 años en los pabellones del Mixto destinados a
personal del Ejército. El Ministerio de Defensa, después de
enviar una última carta el pasado día 8, pone la vivienda a
disposición judicial a partir del día 24 de este mes o, lo
que es lo mismo, a que los cónyuges abandonen la casa.
¿Cómo puede el Invifas desposeer de una casa militar a un
matrimonio que lleva viviendo allí desde el año 1986 y que
no ha dejado en ningún momento la residencia? A esta
pregunta no pudo responder ayer la Delegacion de Defensa en
la ciudad. A la espera de que Madrid le dé una respuesta,
este matrimonio está viviendo una etapa de mucha ansiedad,
que se remonta a abril de 2007, cuando Ana María García, la
esposa, recibió en su domicilio una carta que le informaba
de la orden de desahucio. Habiéndose cumplido los plazos
preceptivos para el Ministerio de Defensa, que ha ido
formalizando los plazos de envío de cartas escrupulosamente,
pero que no se ha parado en escuchar la historia de esta
pareja, tanto Ana María, como el capitán Fernando Gómez, se
van a quedar sin casa en apenas una semana.
Fernando se marchó a Almería en el año 2003 para ascender a
teniente. Años más tarde emigró a Cádiz, para subir a
capitán. Durante ese tiempo, Ana María vivió sola en Ceuta,
y fue empleada de Almacenes San Pablo. Según Ana María, “el
Imvifas iba a visitarme a mi casa y yo no estaba; creyeron
que la casa estaba deshabitada, pero no es así. Aquí está mi
vida laboral, donde consta que he trabajado desde el año
1989, primero en Cruzado y luego en San Pablo. Es más, el
cartero, que me conocía, ha llegado a ir a mi trabajo a
entregarme cualquier paquete o carta. No pueden demostrar
que yo he dejado de vivir en Ceuta. Es más, el que venga a
mi domicilio se dará cuenta de que en esa casa ha estado
viviendo alguien permanentemente. ¿Dónde está el derecho de
la mujer trabajadora?”. Fernando, por otro lado, vivió,
tanto en Almería como en Cádiz, en cuarteles, y no usó el
derecho a vivienda de Invifas para que no le desposeyeran a
su mujer de la casa ceutí. Ahora, con este altercado volvió
a Ceuta en marzo y se hizo reservista, cuando le quedaban
aún algo más de dos años para hacerlo. Hoy se entrevistarán
con el delegado del Gobierno, y ya lo han hecho con Juan
Vivas. Tienen el caso en manos de la justicia.
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