Me estoy despidiendo de mis
familiares, amigos y conocidos antes de emprender el viaje a
mi ciudad y casi todos, con alguna excepción de los
“pasotas”, me avisan de que me la voy a encontrar, mi
ciudad, en poder de Marruecos y que lleve preparado el
pasaporte por sí acaso no me reconocen como ciudadano ceutí.
Tanto el menda lerenda como otros muchos ceutíes residentes
en estas tierras estamos cansados de leer y oír la misma
cantinela que comenzó al mismo tiempo que salió a la luz la
conocida marca de sonidos “La voz de su amo”, con ese
simpático perrito blanco sentado y el gramófono apuntándole
a las orejas.
¿Existía o existe de verdad una propuesta o petición formal,
por parte de Marruecos, sobre la reivindicación de Ceuta y
Melilla? La respuesta que se dio, teórica y supuestamente,
quedaría clavada en la agenda de por vida, ¿no?, Ceuta y
Melilla son ciudades asentadas firmemente en suelo español.
Punto final.
Pero ya conocemos como son los musulmanes. No se atienen a
razones que no vengan de sus jefes espirituales guiados por
un Corán creado o transformado para eliminar las libertades
de las personas. Tan patente queda lo que digo que no merece
discusión entre nosotros.
Sin embargo, lo que muchos callan está creando un clima de
desasosiego en las dos ciudades. Principalmente propulsado
por medios de comunicación y políticos afines al
conservadurismo guiados en la ruta de aniquilamiento del
resto de tendencias políticas. Solamente por eso.
Lo que sí debe preocupar, sobre todo a Hacienda que somos
todos, es la ocupación sin prisas pero sin pausas de las dos
ciudades por ciudadanos marroquíes. Pisos que muchos
ciudadanos españoles no pueden adquirir porque no están a su
alcance, son vendidos por otros ciudadanos españoles a los
marroquíes que portan el dinero en sacos o maletas. A
tocateja pagan. En metálico. En dinero constante y sonante.
¿Cómo pueden portar, los compradores, consigo mismo 65
millones de las antiguas pesetas y pagar directamente sin
intermediación de ningún gestor? ¿Tanto cobran, en
Marruecos, los trabajadores que hacen incomprensible las
emigraciones?
¿Hacienda es igual para todos?, lo digo porque personalmente
he padecido sus garras al notificar el cambio de domicilio y
pagar los impuestos correspondientes de transmisiones
patrimoniales, aunque no me correspondan.
Millones que circulan por las dos ciudades y portados por
ciudadanos extranjeros, que compran pisos y locales sin
control alguno, dan que pensar.
Lo que me molesta, sinceramente, es que sea el propio
ciudadano ceutí que protesta vehemente contra las
reivindicaciones marroquíes el que venda su piso al marroquí
reivindicativo. Al menos que calle para siempre en sus
protestas.
Como la imaginación es libre, yo puedo imaginar una teoría
que no es moco de pavo aunque muchos la conozcan. Tal vez el
monarca entregue ese dinero con la real y religiosa orden,
por algo es el padre espiritual y propietario de todo el
país, de que compre tierras y casas en el territorio
“ocupado”. Así, grano a grano va sembrando la tierra de
ciudadanos marroquíes a los que les tiene expresamente
prohibido el cambio de nacionalidad, aunque no prohíba la
doble.
Así, con mayoría de ciudadanos musulmanes con pasaporte
marroquí y con residencia legal y derecho al voto en las
elecciones… irán conquistando la tierra como conquistaron
sus antepasados El Andalus. Las armas de entonces son los
votos de ahora.
No digo que con ello Ceuta y Melilla pasen a Marruecos… pero
con una mayoría así, el resto de ciudadanos irán menguando y
al final resultaría como si fueran ciudades marroquíes,
aunque no sobre el papel.
No estoy de acuerdo porque a mí me pregunten porqué llevo
tal cantidad de dinero encima y de dónde proviene y a ellos
no. Los agentes fiscales deberían quitar esas cortinas de
humo que levantan de vez en cuando presentando casos
incomprensibles.
La política negativa del ladrillo también rige en Ceuta y
Melilla.
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